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»4ª ¿En qué momento preciso se presentará la Luna en la posición más favorable para que el proyectil la alcance? »5ª ¿A qué punto del cielo se deberá apuntar el cañón destinado a lanzar el proyectil? »6ª ¿Qué sitio ocupará la Luna en el cielo en el mo-mento de disparar el proyectil? »Respuesta a la primera pregunta: ¿Es posible enviar un proyectil a la Luna? »Sí, es posible enviar un proyectil a la Luna, si se llega a dar a este proyectil una velocidad inicial de doce mil yar-das por segundo. El cálculo demuestra que esta velocidad es suficiente. A medida que se aleja de la Tierra, la acción del peso disminuirá en razón inversa del cuadrado de las distancias, es decir, que para una distancia tres veces ma-yor esta acción será nueve veces menor. En consecuencia, el peso de la bala disminuirá rápidamente, y se anulará del todo en el momento de quedar equilibrada la atracción de la Luna con la de la Tierra, es decir, a los 47/58 del trayec-to. En aquel momento el proyectil no tendrá peso alguno, y, si salva aquel punto, caerá sobre la Luna por el solo efecto de la atracción lunar. La posibilidad teórica del ex-perimento queda, pues, absolutamente demostrada, de-pendiendo únicamente su éxito de la potencia de is má-quina empleada. »Respuesta a la segunda pregunta: ¿Cuál es la distan-cia exacta que separa a la Tierra de su satélite? »La Luna no describe alrededor de la Tierra una cir-cunferencia, sino una elipse, de la cual nuestro globo ocu-pa uno de los focos, y por consiguiente la Luna se encuen-tra a veces más cerca y a veces más lejos de la Tierra, o, hablando en términos técnicos, a veces en su apogeo y a veces en su perigeo. La diferencia en el espacio entre su mayor y menor distancia es bastante considerable para que se la deba tener en cuenta. La Luna en su apogeo se halla a 247.552 millas (99.640 leguas de 4 kilómetros), y en su perigeo, a 218.895 millas (88.010 leguas), lo que da una diferencia de 28.657 millas (11.630 leguas), que son más de una novena parte del trayecto que el proyectil ha de reco-rrer. La distancia perigea de la Luna es, pues, la que debe servir de base a los cálculos. »Respuesta a la tercera pregunta: ¿Cuál será la dura-ción del viaje del proyectil, dándole una velocidad inicial suficiente y, por consiguiente, en qué momento preciso deberá dispararse para que encuentre a la Luna en un pun-to determinado? »Si la bala conservase indefinidamente la velocidad inicial de doce mil yardas por segundo que le hubiesen dado al partir, no tardaría más que unas nueve horas en llegar a su destino; pero como esta velocidad inicial va continuamente disminuyendo, resulta, por un cálculo ri-guroso, que el proyectil tardará trescientos mil segundos, o sea ochenta y tres horas y veinte minutos en alcanzar el punto en que se hallan equilibradas las atracciones terres-tre y lunar, y desde dicho punto caerá sobre la Luna en cincuenta mil segundos, o sea trece horas, cincuenta y tres minutos y veinte segundos. Convendrá, pues, dispararlo noventa y siete horas, trece minutos y veinte segundos an-tes de la llegada de la Luna al punto a que se haya dirigido el disparo.