frío, así de la hambre como de la sed, con todas aquellas partes que se requieren para ser escudero
de un caballero andante. Pero no permita el cielo que por seguir mi gusto desjarrete y quiebre la
coluna de las letras y el vaso de las ciencias, y tronque la palma eminente de las buenas y liberales
artes. Quédese el nuevo Sansón en su patria, y honrándola, honre juntamente las canas de sus
ancianos padres; que yo con cualquier escudero estaré contento, ya que Sa