Test Drive | Page 367

–Bien podrá ello ser así –replicó el bachiller–, pero dubitat Augustinus. –Dude quien dudare –respondió el paje–, la verdad es la que he dicho, y esta que ha de andar siempre sobre la mentira,como el aceite sobre el agua; y si no, operibus credite, et non verbis: véngase alguno de vuesas mercedes conmigo, y verán con los ojos lo que no creen por los oídos. –Esa ida a mí toca –dijo Sanchica–: lléveme vuestra merced, señor, a las ancas de su rocín, que yo iré de muy buena gana a ver a mi señor padre. –Las hijas de los gobernadores no han de ir solas por los caminos, sino acompañadas de carrozas y literas y de gran número de sirvientes. –Par Dios –respondió Sancha–, tan bién me vaya yo sobre una pollina como sobre un coche. ¡Hallado la habéis la melindrosa! –Calla, mochacha –dijo Teresa–, que no sabes lo que te dices, y este señor está en lo cierto: que tal el tiempo, tal el tiento; cuando Sancho, Sancha, y cuando gobernador, señora, y no sé si diga algo. –Más dice la señora Teresa de lo que piensa –dijo el paje–; y denme de comer y despáchenme luego, porque pienso volverme esta tarde. A lo que dijo el cura: –Vuestra merced se vendrá a hacer penitencia conmigo, que la señora Teresa más tiene voluntad que alhajas para servir a tan buen huésped. Rehusólo el paje; pero, en efecto, lo hubo de conceder por su mejora, y el cura le llevó consigo de buena gana, por tener lugar de preguntarle de espacio por don Quijote y sus hazañas. El bachiller se ofreció de escribir las cartas a Teresa de la respuesta, pero ella no quiso que el bachiller se metiese en sus cosas, que le tenía por algo burlón; y así, dio un bollo y dos huevos a un monacillo que sabía escribir, el cual le escribió dos cartas, una para su marido y otra para la duquesa, notadas de su mismo caletre, que no son las peores que en esta grande historia se ponen, como se verá adelante. Portal Educativo EducaCYL http://www.educa.jcyl.es