Test Drive | Page 195

–Ni mucho –replicó el ventero–; médiese la partida y señálensele cinco reales. –Dénsele todos cinco y cuartillo –dijo don Quijote–, que no está en un cuartillo más a menos la monta desta notable desgracia; y acabe presto maese Pedro, que se hace hora de cenar, y yo tengo ciertos barruntos de hambre. –Por esta figura –dijo maese Pedro– que está sin narices y un ojo menos, que es de la hermosa Melisendra, quiero, y me pongo en lo justo, dos reales y doce maravedís. –Aun ahí sería el diablo –dijo don Quijote–, si ya no estuv