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EL LÁSER, LA LUZ DE NUESTRO TIEMPO con gran dificultad. El petavatio es una frontera en la que empiezan a aparecer una serie de problemas tecnológicos que dificultan su construcción. Algunos de los más relevantes son: Cristales de titanio:zafiro. En cuanto a los cristales amplificadores, el titanio:zafiro es el material estrella en este tipo de láseres porque tiene una banda de fluorescencia muy ancha, lo que nos permite ir a pulsos muy cortos. En principio, con este cristal se puede bajar de los 10 femtosegundos. Además, combina una serie de propiedades ópticas, térmicas y mecánicas que lo hacen especial. Pero no es perfecto ya que tiene problemas por la extrema complejidad de obtener cristales de la calidad necesaria con tamaños grandes (más de diez centímetros, como el mostrado en la Fig. 11.2) y, sobre todo, tiene un gran problema con su tiempo de fluorescencia. El tiempo de fluorescencia son 3,2 microsegundos, lo que implica que hay que bombear con un pulso de nanosegundos que este bien sincronizado con la llegada del pulso infrarrojo a amplificar. Se está invirtiendo un importante esfuerzo para desarrollar otros cristales con ancho de banda suficiente, con propiedades térmicas y ópticas adecuadas. También se está avanzando mucho en el desarrollo de vidrios y materiales cerámicos con propiedades convenientes. L A S O C A N A M L A A S L A S O Figura 11.2. Uno de los grandes problemas de la tecnología necesaria para sistemas multi-petavatio es el gran tamaño de los cristales de titanio:zafiro. Para llegar o rebasar el petavatio se requieren cristales de gran calidad óptica y considerable tamaño, como el mostrado en la figura. Actualmente se fabrican buenos cristales de hasta 20 centímetros de diámetro. Redes de difracción. Una red de difracción no es más que una serie de rayas grabadas en un sustrato. A priori, su fabricacion podría parecer sencilla, pero solo aparentemente. Por la misma razón por la que necesitamos cristales grandes, para repartir la energía del pulso en una superficie lo bastante extensa que no dañe el material, se necesita que las redes sean grandes. Es un problema de escalas: si se tienen redes de mil rayas por milímetro, y próximas al metro de anchura, estamos hablando de grabar un millón de rayas con precisión nanométrica sin desviarnos nada. Ése es el reto. C A N M A A L S A 175