7
barrio. En la historia reciente en nuestro país, una
primera forma de narrador con sentido
profesional se fue desarrollando con investigación
y formación en ámbitos educativos: escuelas y
bibliotecas fueron los primeros espacios
conquistados como ámbitos naturales del cuento
como promoción de la lectura. Una segunda ola
formativa da a luz a la exploración de otras
herramientas de expresión artística que van
enriqueciendo la concepción del espectáculo de
narración como parte de la familia escénica,
desarrollando el trabajo corporal, la apropiación
de elementos de escenografía ocupación integral
del espacio escénico para conquistar a los nuevos
públicos. Esos que ya tenía el narrador espontaneo
y los que tenían otras artes escénicas. Una tercera
instancia, ocurrida en los últimos 10 o 15 años
llegan una nueva camada de narradores, muchos
de los cuales ya no son narradores NYC* sino que
provienen del campo del teatro, y traen consigo un
considerable bagaje de herramientas técnicas y de
funcionamiento para sumar, en especial desde la
formación corporal y la concepción estética de un
espectáculo. En las entrevistas con muchos de
ellos suelen mencionar el cansancio que generan
las dificultades organizacionales de los grupos de
teatro: acordar temas, formas de trabajo,
coordinar tiempos de ensayos, funciones, giras,
obtención de recursos para escenografías, etc.,
por lo que la narración oral se presenta como una
alternativa para disfrutar de la libertad en el
manejo del tiempo y los proyectos.
Como toda arte, los resultados pueden variar
dependiendo del talento personal, las condiciones
naturales, la capacitación y el esfuerzo que le pone
cada uno. Siendo una disciplina relativamente
nueva y acotada a grandes ciudades, todavía es
posible ver la mayor cantidad de propuestas al
NYC* nacido y criado. Término muy usado en provincias argentinas donde existe mucha migración, para identificar a los que son
originarios del lugar, respecto de los que llegaron buscando trabajo.