Test Drive los niños indigo | Page 52

capítulo cinco MENSAJES DE LOS ÍNDIGO En este capítulo oiremos a algunos Índigo que ahora son adultos o casi adultos. Una de las dificultades que encontramos en identificar Índigos adultos que nos escribieran es que el término Índigo es muy nuevo. Si no hubiera sido por un pequeño capítulo sobre los Índigo que incluí en mi último libro Partnering with God no hubiéramos tenido la oportunidad de contar con estas historias. Al momento en que este libro se publique habrá muchos que reconocerán que ellos son Índigo o que tienen amigos o parientes Indigo. Ryan Maluski está comenzando sus 20. Los Índigo de esta edad son los precursores, los que primero arribaron. Podemos asegurar, que ellos fueron diagnosticados con problemas, aunque los desórdenes de la atención no eran un diagnóstico tan común como lo es ahora. Probablemente, se les calificó con desórdenes mentales o cualquier otra cosa que conllevara la connotación de "no encajar". También, muchos Índigos adultos mencionan aspectos espirituales. Cuando lea la historia de Ryan trate de identificar algunos de los rasgos de un Índigo, que usted ya aprendió en este libro. Creciendo como índigo Por Ryan Maluski No es fácil para mí describir mis sentimientos acerca de crecer como un Índigo, ya que hay que mucho que decir, además, no sé lo que es crecer no siendo Índigo, así que usted podrá imaginar mi dilema. Déjeme comenzar diciéndole que yo siempre supe que pertenecía aquí, al planeta Tierra, y que siempre tuve un profundo conocimiento universal de cómo son realmente las cosas y quién realmente era yo. Sin embargo, y con gran sentido del humor, escogí crecer con gente y en situaciones y lugares que no reflejaban para nada el sentido de quién era yo. Fui muy competitivo, me sentí muy diferente y solitario. Me sentí rodeado de extraterrestres quienes habían invadido mi casa, tratando de moldearme como ellos pensaban que yo debía ser. Para resumir, ME SENTÍ COMO UN REY TRABAJANDO PARA CAMPESINOS, QUIENES ME VEÍAN COMO UN ESCLAVO. Crecí en una familia católica de clase media, en las afueras de Westchester, New York. Escogí dos amorosos padres y una herma