Actualmente está viajando y promoviendo su último libro, “Técnicas Sanadoras del ADN - El Libro
Práctico sobre la Expansión del ADN y el Rejuvenecimiento” (DNA Healing Techniques: The How-To Book
on DNA Expansion and Rejuvenation).
Robert ofrece talleres sobre las técnicas de sanación del ADN y se encuentra disponible para
conferencias y talleres a nivel mundial.
¿Cansado de escuchar que los nuevos chicos son un problema? Robert supo intuitivamente qué tipo de
hijo tenía, y tuvo la sabiduría de enfrentar su desafío. Por lo tanto, su Niño Índigo no fue un problema, ¡sino
una dicha! Jan y yo descubrimos que esto es una constante: o los niños se dan contra las paredes con
trastornos, o son la alegría central de la familia! No sería justo si nuestro trabajo en este libro no reflejara
esto.
EMISARIOS DEL CIELO
Por Robert Gerard
Para mí, ser padre de mi pequeña hija de siete años y medio ha sido una bendición, porque ella me ha
ofrecido una gran cantidad de experiencias extraordinarias que yo considero como un regalo de la vida,
como un despertar. Me han dicho muchas veces que ella es uno de los muchos Niños Índigo enviados a
este planeta. Hablando como profesional y también como padre, puedo decir que los Niños Índigo son
reales y especiales y necesitan, que los comprendan.
Un padre cariñoso con mirada gentil y corazón abierto sabe que estos niños nos traen un regalo de
iluminación y recuerdos. Estos pequeños nos hacen mantenernos centrados en el momento
presente y nos recuerdan que debemos jugar, reír, y ser libres. Ellos nos miran a los ojos para
permitirnos vernos de nuevo como éramos en nuestra niñez. Ellos parecen saber lo que pasa en
nuestras vidas y sutilmente nos recuerdan nuestro destino espiritual.
En la medida en que los Niños Índigo estén liberados de las PRESIONES DE PODER de sus
padres y, de las DISTRACCIONES SOCIALES, podrán avanzar sin tropiezos y hacer su parte.
Samaría Rosa, mi hija, tiene la costumbre de confrontarnos a mi esposa y a mí cada vez que
discutimos y no estamos en armonía.
Como otros niños nacidos a finales de la década de los 80´s, Samaría (que significa "De Dios"), vino a
este planeta con un propósito bien definido, trayendo día a día intrincados mensajes. Los Índigo vinieron a
SERVIR al planeta, a sus padres y a sus amigos como emisarios del cielo y portadores de sabiduría,
si se les escucha.
¿Qué significa el término índigo para mí? La respuesta más simple podría ser que mi hija es una
persona con quien se convive fácilmente. Después de criar a otros tres niños que hoy son adultos, puedo
decir honestamente que Samaría vino con un nivel distinto de conocimiento. Los Niños Índigo pueden ser
adorables y fáciles de manejar. Muchos de ellos lucen como sabios con ojos poderosos. Ellos viven
profundamente el ahora, parecen estar siempre felices, son muy espirituales y tienen su propia agenda.
Para mí, el término "Niños índigo" se refiere a emisarios especiales enviados del cielo por el creador
(padre-madre) trayendo una profunda intención.
Los Niños Índigo nos traen mensajes sutiles que están más allá de nuestra comprensión. Mira
bien a estos niños, escucha su mensaje y síguelos. Así es como ellos nos ayudan a encontrar
nuestra verdad, nuestro propósito y nuestra paz. Míralos a los ojos. Benditos sean nuestros Niños
Índigo. Ellos saben exactamente lo que han venido a lograr en este planeta.
Yo apoyo este fenómeno, no sólo como padre sino como consejero.
La mayoría de los Niños índigo ven ángeles y otros seres etéricos Algunas veces ellos
describen detalladamente lo que ven. Esto no es imaginación. Es explicación. Entre ellos los Niños
índigo hablan abiertamente sobre lo que ven hasta que alguien los desanima. Por suerte, cada día
más y más gente está más abierta a escuchar a esos emisarios. Nuestras fantasías sobre los niños
están siendo reemplazadas con curiosidad y confianza.
A los Niños índigo les fascina la PRECISIÓN y la forma como la gente interactúa. Se perturban
fácilmente cuando las cosas, especialmente la conversación, están fuera de sincronicidad. Ellos
disfrutan siendo espontáneos y se entusiasman por motivos no aparentes. Muchas personas tienen
dificultad en relacionarse con estos emisarios, porque se acercan a ellos con creencias y normas
que los niños no comparten.
Cuando usted era niño ¿cuántas veces escuchó la infame pregunta: "¿Qué quieres ser cuando seas
grande?"; instantáneamente usted se proyectaba en una ocupación o actividad futura. Preguntar ¿"qué
quieres ser?" es una violación, una interferencia de ser y estar en el momento presente. Los niños
son lo que necesitan ser. Son ellos mismos. Dejémoslos ser para que puedan ser exactamente lo
que ellos son.
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