Test Drive los niños indigo | Page 11

con Retalina y Cylert, sin ningún éxito (estas drogas son las más recetadas en casos de desórdenes de la atención). Sus padres decían que ella siempre había "sido así" y que todo lo que se le había recetado no "funcionaba". Sin embargo, cuando hablé con ella, era evidente que estaba actuando como un adulto inteligente, su cara y sus ojos así lo revelaban. Ella parecía, para expresarlo en forma más familiar, UN ALMA VIEJA Y SABIA. El problema era que nadie más que ella podía reconocerlo. Amanda, su nueva sicóloga consejera y yo, a través de muchas pruebas y entrevistas clínicas, pudimos verlo claramente. Así, la joven, gracias a una adecuada intervención de sus padres, se encuentra ahora en un colegio especia! de aprendizaje individual, lo que no fue fácil. Sus padres tuvieron que solicitar una beca para esta costosa pero muy efectiva institución. La niña logró entrar y le está yendo excepcionalmente bien. Sus padres, comprendieron cuán especial era ella. Lo tomaron en serio y ahora tratan a su hija como alguien muy especial, como la niña índigo que es. El segundo niño que me remitieron era un chico afro-americano de 9 años quien había sido adoptado tres años antes por una pareja afro-americana. Ambos padres informaron que su hijo era "hiperactivo" porque nunca se quedaba sentado, se movía continuamente y recientemente sus profesores les habían reportado un comportamiento indisciplinado en la escuela, como contestar a la loca, molestar a sus compañeros, pararse en el asiento sin permiso, etc., etc. Sus padres estaban preocupados de que ese comportamiento pudiera ser el comienzo de un desequilibrio físico debido a la drogadicción de su padre biológico. También se preguntaban si el comportamiento del niño pudiera ser el resultado de la inestabilidad hogareña que había tenido que enfrentar el niño en sus primeros años, cuando había entrado y salido de orfelinatos y escuelas durante casi toda su vida. Los profesores les recomendaron tratarlo con las medicinas para la hiperactividad, pero los padres quisieron primero saber a ciencia cierta qué era lo que estaba sucediendo, antes de someter al niño a tan drástico tratamiento. No obstante, los resultados de la prueba de C.l. (cociente intelectual) de este pequeño joven, mostraron niveles altos (116 y 110) en sus habilidades verbales y de desarrollo, estos resultados no llegaban a los rangos de clasificación de los dotados, sin embargo, en dos sub-pruebas sobre conocimiento de las normas sociales y habilidades cognoscitivas abstractas, el niño sacó un puntaje considerado de niveles superiores. La evaluación de su desempeño escolar básico mostraba un rango bastante alto en todas las materias, lo que sugería que realmente era un chico exitoso. Supuse entonces que los resultados de su desempeño escolar eran una medida más acertada de sus habilidades presentes, mucho más que los resultados de su CI. Esto suce