Test 160819 Modelo 1 | Page 9

términos cuantitativos, el dolor es la irrupción de grandes cantidades hacia psi. Dentro del aparato, el sistema de neuronas psi resulta el más afectado por la irrupción del “más imperioso de todos los procesos”: el dolor. Sin impedimento de conducción, esas grandes cantidades de elevado orden someten a las neuronas psi al carácter de pasaderas, de suerte que el dolor, nos dice Freud, deja como secuela en psi facilitaciones duraderas. Recordemos que Freud adscribe a las neuronas psi el ser las portadoras de la memoria, la cual está constituida por los distingos dentro de las facilitaciones entre estas neuronas. Y al parecer el dolor provoca un distingo facilitador de índole particular. Ahora bien, en una definición de la memoria, Freud la describe como “el poder de una vivencia para seguir produciendo efectos” (p. 345)). En el “caso Rousseau” se observa que la vivencia con la señorita Lambercier adquirió tal poder mnémico en el entonces niño que siguió produciendo efectos en verdad duraderos (“definió mis gustos, mis deseos, mis pasiones para el resto de mi vida”). ¿A qué obedece ese poder? Considerando que en el Proyecto una de las “ambiciones” de Freud es introducir un enfoque cuantitativo a la teoría del funcionamiento psíquico, la respuesta lógica no puede ser otra más que en términos de cantidad. La memoria entendida como el poder de una vivencia para seguir produciendo efectos, tiene sus fuentes en: a) la magnitud de la impresión; b) la frecuencia de la impresión. El segundo factor parecería desecharse en el ejemplo de Rousseau, quien en su relato aclara que la señorita Lambercier no era una educadora que abusara del castigo hacia los niños. No habría frecuencia de la impresión, pues. Por lo contrario, se infiere que hasta evitó castigar a Jean-Jacques al percibir la excitación de éste (erección). Entonces, es en la magnitud de la impresión donde habría que rastrear la clave. Empero, las cosas no son simples. Esa magnitud no parece localizarse en el golpe físico provocador de dolor. Al menos la magnitud no fue demasiado elevada, si recapitulamos en que a Rousseau la ejecución del castigo le pareció “menos terrible de sufrir”. Menos terrible, sí, “que cuanto lo había sido la espera”. 5