presentar en el segundo congreso Internacional de Nuremberg. En este
texto aparece ya claramente su preocupación en lo que concierte a
cómo alguien se hace analista. “El peligro que nos acecha por decirlo
así es el de ponernos de moda y que el número de los que se llaman
analistas, sin serlo, aumente rápidamente”. Sin ahondar en las
aportaciones de Férenczi tan solo señalar que desde 1912 sus escritos
muestran un deseo de ir más allá del autoanálisis: subraya
categóricamente, la necesidad de haber vivido afectivamente y haber
sufrido en la propia carne la experiencia psicoanalítica para poder
convencerse de la bondad del resultado: “El médico que desea
practicar el psicoanálisis debe emprender él mismo una cura analítica”
(Férenczi,1981, 252)
4. En 1912, por primera vez Freud indica en Consejos al médico sobre el
tratamiento analítico la exigencia de un análisis con un experto, si
pretende analizar a otros. Lo mismo encontramos en ¿Pueden los legos
ejercer el psicoanálisis? Donde afirma de manera clara que el que
quiera ejercer el análisis se someta antes , a un análisis.. Revisando la
obra de Freud hay momentos donde vacila y vuelve a mencionar la
posibilidad de un autoanálisis . ¿hablando a partir de su propia
experiencia?
Lo que se instala como efecto de la institucionalización del psicoanálisis, es el
análisis y la formación de los analistas, así como la supervisión. Lo que me
gustaría resaltar es que, a excepción de Sándor Ferenczi, ni Freud ni Eitingon
relacionaron la formación del analista con el fin de análisis, sino solo con la
importancia de que el analista se analizara.
Independientemente del tipo de institución o grupo, lo que parece un
consenso universal compartido por nuestra comunidad es que que no puede
haber psicoanalista donde no ha habido previamente un psicoanalizante. La
forma en que esto se realice tendrá mútiples variaciones y lo que no se
alcanzará es una garantía de que ese sujeto en la función de analista funcione
como tal. No hay garantías.
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