Test 160819 Modelo 1 | Page 37

recurrir a Ricoeur, a Michel Foucault, a Barthes, a Michel de Certeau….a Zizec, Lipoveski. (que ojala no nos tardemos tanto en leerlos como pasó con Foucault por ejemplo). La realidad nos muestra a los psicoanalistas, pensando solo desde psicoanálisis y con un gesto de común omnipotencia querer ser el centro de todo tipo de interpretaciones y aportaciones a otros campos del saber. En vez de dejarnos permear por las preguntas, las críticas, los discursos de otros saberes para poder hacer, al estilo y con la enseñanza, por ejemplo de Michel Foucault, una historia de “un análisis “ de los juegos de verdad , de los juegos de falso y verdadero q través de los cuáles el ser se constituye históricamente como experiencia, es decir… ¿a travésde qué juegos de verdad el ser humano se ha reonocido como hombre de deseo? Y ésta es una pregunta que atraviesa el tema de las mesas de hoy: el análisis del analista. La experiencia de análisis por la que –supuestamente- y habiendo un consenso expedito sobre esta obligatoriedad , todo analista debe pasar, debe vivir. Pues el análisis del analista, es eso, un viaje, un juego de verdades sucesivas que le permiten acercarse a sí mismo, a la verdad de sí, a su inconciente, único lugar desde el que el sujeto es. Y es que el psicoanalisis, precisamente tendría que poder enfrentarse a temas y problemas que marcan los puntos vulnerables de su práctica. Retomaría acá una frase de Leo Bersani que pone en valor el psicoanálisis como un saber en movimiento: “en los puntos de derrrumbe de la teoría se encuentra el verdadero psicoanálisis”….yo diría en los puntos vulnerables de la teoría y de la práctica es donde atravesando su imposibilidad podríamos construir un pensamiento y actuar posible. Tal es pues el objetivo de esta mesa debate, propiciar la escucha respuetuosa y el diálogo fructífero del discurso del otro, del otro par, del otro que también ocupando la función de analista, se pregunta, y se debate con los límites, los nudos, y las resistencias en su escucha. 33