Teorías del Aprendizaje Album teoricos | Page 19

reproducción motriz y, finalmente, la motivación y el refuerzo. No se puede aprender por observación si no se presta atención. La atención se canaliza a través de la frecuencia de la interacción social y el grado de atracción personal. Se imitan, por tanto, las conductas de las personas más vinculadas con el individuo y, entre ellas, las que resultan más atractivas. Así, la elección profesional por imitación se realiza mediante el influjo de los modelos que con mayor frecuencia se hallan en el contexto perceptual del individuo (familiares, profesores, compañeros, personajes de ficción, etcétera), siempre que ofrezcan un atractivo personal y que estén dotados de un cierto prestigio social. Para poder reproducir una actividad una vez desaparecido el modelo es preciso que las pautas de respuesta hayan sido almacenadas previamente en la memoria a largo plazo; a este acto se le denomina retención. El aprendizaje por observación supone aceptar la intervención de funciones cognitivas, como la asociación, la integración de imágenes y recuerdos, la codificación de señales y, principalmente, el lenguaje. Las actividades escolares, los juegos y las actividades pre profesionales son ejemplos de imitación de conductas vocacionales que contribuyen a la retención. 4 etapas fundamentales en este tipo de aprendizaje: Adquisición: El alumno capta los rasgos del referente y cuando el modelo es más condicionante e influyente. En los niños el principal modelo es el maestro y su influencia dependerá del carisma y el grado en que los alumnos se identifiquen con él. Retención: Caracterizada por el análisis de los comportamientos observados y posterior guardado en la memoria en forma de imágenes mentales. Ejecución: Llega el momento de poner en práctica los comportamientos apropiados y útiles que se han ido almacenando en la memoria.