Teoría Diccionario Oxford De La Música A - K | Page 25

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cuerdas poniéndolas a vibrar; la vibración se transmite a la caja de resonancia y se irradia a manera de“ onda de presión” a través de capas sucesivas de partículas de aire. El escucha oye los sonidos en el momento en que el aire pone en movimiento sus tímpanos, con lo cual se producen señales que son transmitidas al cerebro por las fibras nerviosas. Es obvio que esta simple descripción no toma en consideración las sutilezas interpretativas del ejecutante, como tampoco el instrumento en sí ni las propiedades acústicas de la sala.
2. Fuentes de sonidos musicales Las primeras fuentes de sonido musical que vienen a la mente son las diferentes familias de instrumentos musicales, sin embargo existen muchas otras fuentes de sonido sensibles al oído humano. Las características de la audición humana desarrollada desde tiempos prehistóricos, imponen límites naturales que determinan la extensión de volumen, altura y registro de los instrumentos musicales y las voces.
Es de suponer que los primeros instrumentos musicales hayan sido simples objetos percusivos como bloques de madera o troncos ahuecados, precursores de la actual familia de percusiones. Las pieles tensas y los metales ampliaron la variedad instrumental introduciendo notas de afinación determinada. Los primeros instrumentos de viento, ancestros de las flautas de pico y traveseras, carecieron de lengüetas, por lo que la columna de aire vibra con el aire que penetra por el extremo abierto de un tubo de bambú o de cualquier otro material. Las perforaciones practicadas en el tubo ampliaron el panorama musical pues, al taparse con los dedos, la longitud real de la columna de aire se modifica y produce notas de alturas distintas. Una simple hoja de árbol puesta a vibrar con los labios quizá haya conducido al desarrollo de los instrumentos de lengüeta; en éstos, la fuente sonora es la caña que vibra con el aliento del ejecutante, mientras que la columna de aire actúa como un resonador; las dimensiones de la columna de aire determinan la altura de la nota producida.
En los instrumentos de metal, como la trompeta y el corno, el aire a presión pasa a través de los labios del ejecutante colocados contra la boquilla circular del instrumento; en este caso, los labios en vibración actúan como fuente sonora y, nuevamente, la longitud real de la columna de aire es lo que determina la altura. El comportamiento de la voz humana es similar, pero el aire es expulsado a través del orificio que forman las cuerdas vocales, y los resonadores son el pecho, la boca y las cavidades de la garganta.
3. Música y ruido La distinción tradicional entre la música como un sonido“ agradable” y el ruido como uno“ indeseable”, seguirá disipándose conforme los compositores continúen trabajando con sonidos producidos por una amplia variedad de fuentes sonoras. Una definición de música más correcta podría ser“ sonido organizado”, en la que el ingenio humano interviene en la creación de patrones sonoros capaces de entretener y sorprender al escucha. En esta organización pueden combinarse multitud de recursos, desde sonidos disonantes y consonantes, elementos aleatorios, compases y formas estrictas hasta cintas magnetofónicas, medios digitales e infinidad de fuentes productoras de sonido, como máquinas de vapor o el tráfico vehicular.
A la vez que la música ha cambiado en aspectos significativos, como el volumen amplificado de los conciertos en vivo de música pop o la proliferación del“ estereo portátil”, transgrediendo límites y contaminando el espacio sonoro con“ música de fondo” constante, el ruido también ha aumentado. Los sonidos del transporte mecanizado en nuestras ciudades han afectado negativamente la calidad de vida de muchas personas. A pesar de la sobreposición entre“ música” y“ ruido”, la música occidental se rige aún por la voz y los instrumentos tradicionales de orquesta, siendo el ritmo y la escala de tonos interválicos su principal característica.
4. Altura del sonido La altura de una nota en una escala musical está directamente relacionada con la frecuencia de vibración. Si aumentamos la velocidad de una sierra circular, el número de vibraciones o impulsos sonoros por segundo( provocados por los dientes individuales al golpear la madera) aumenta al igual que la altura. La más baja frecuencia vibratoria que produce una nota musical, más que una sucesión de pulsos separados de sonido, es aproximadamente de 20 vibraciones por segundo. El límite audible de la región aguda del tono es cercano a 20 000 vibraciones por segundo, aunque la capacidad auditiva de las personas para captar dichos sonidos es variable.
Una vibración completa se denomina“ ciclo” y consiste en un recorrido completo del elemento vibrante desde su punto de reposo hacia un costado, de vuelta al centro, al costado en dirección opuesta y nuevamente al centro. Este movimiento se ilustra en la Fig. 1 donde