El Descubrimiento
Amelie Casas
Clarisa era una niña común y corriente.A la edad de nueve, comenzó a comportarse de manera extraña, decía ver cosas que no estaban presentes.
Los papas de la niña, preocupados por ella contrataron un psicólogo el cual iba a su casa tres veces por semana.
Después de unos meses, el psicólogo concluyo que el problema era que la niña se sentía muy sola. Al ser hija única, no tenia como des aburrirse. No tenia con quien jugar y pasar el rato. Los padres de Clarisa después de pensarlo mucho, decidieron comprarle una mascota. Estuvieron pensando en tener otro hijo, un hermanito o hermanita para Clarisa, pero los señores ya eran mayores y la idea de esto no les gustaba.
Ese mismo mes para su cumpleaños, Clarisa recibió un nuevo amiguito. Era un perro, un labrador cachorro como todos los demás, al menos eso pensaron.
Clarisa amaba a su nuevo perro, le había puesto Igor, en honor al cuento fantástico de Disney llamado "El oso Pooh".
Un día cuando ella menos lo pensaba noto algo extraño en la nuca del animal. primero le pareció un insecto o algo que se le hubiera pegado a la piel, al acercarse mas y al investigar más este extraño cachibache, se dio cuenta de que era un botón. Asustada lo pulsó y sin tener tiempo para reaccionar, el perro comenzó a hablar.
Clarisa se asusto y se alegro al mismo tiempo, realmente no sabia que pensar ni que decir. Con los días se comenzó a dar cuenta que cada animal que se acercaba a ella hablaba, pero a nadie mas parecía sorprenderle, era como si fuera la única que lo escuchaba. Trato de explicárselo a su padres, pero estos desesperados pensaron que la niña todavía estaba mal. llamaron al psicólogo nuevamente, pero este ya no supo que mas hacer. Por un tiempo pensaron que su hija podría estar poseída, o loca, pero ninguna de las posibilidades les llamó la atención. No les gustaba ni pensar en la idea de que su hija estuviera loca, ni en la idea de perderle.
Clarisa comenzó a sentirse discriminada, comenzó a pensar que era una marginada.Se volvió egoísta y apartada. El único que la escuchaba era Igor y a el también comenzó a tratarlo mal. Clarisa pasó de ser una buena chica a ser el bicho raro. Le echaba la culpa a Igor de este suceso. Un día lo encerró en el sótano, le grito y no le hizo caso por varios días.
Cuando Clarisa se acordó de su perro, fue corriendo a buscarlo, estaba hambriento, sucio, y con una gran confusión. Clarisa se arrodillo y echo a llorar por vergüenza, no se atrevió a mirarle ni hablarle, solo le dio de comer en esperanza que el perro la perdonara, Cuando el perro termino de comer la miro y le dio las gracias.
Clarisa nunca entendió porque la sociedad la había convertido en esa persona. Nunca supo porque su perro no estaba bravo con ella pero indujo que el amor que Igor le tenia pudo mas que con el odio y el rencor.