Tango y Cultura Popular ® N° 165 | Page 64

tango, todos los días tenés algo nuevo para ver y eso antes no pasaba", se juega el director de Ciudad Baigón. Inmerso desde su pubertad en la nueva escena, Agustín Guerrero se entusiasma: "¡Sólo falta que se conozca esta movida!". Y Nicolás Tognola es el que mejor define el sentimiento de esta generación: "A veces es como luchar contra los molinos de viento, pero es lindo, es apasionante y hermoso". Señores del tango, el futuro ya llegó. En primer lugar, hay que decir que resulta extraordinario, emocionante, el auge de nuevas orquestas y nuevas propuestas vinculadas al tango. La nota citada es apenas un pequeño reflejo de lo que está sucediendo. Quienes vienen apoyando este movimiento desde el principio y brindan la mejor información al respecto son la gente de Fractura Expuesta: www.fracturaexpuesta.com.ar. En su programa de radio y a través de su sitio Web ofrecen un espacio valiosísimo para el debate de opiniones, muy rico por cierto, encarado con amplitud, calidad e inteligencia. Sus reportajes son un referente obligado para conocer a fondo el tema. Las opiniones conforman un amplio espectro, que tiene su correlato en los distintos enfoques musicales, aunque no siempre se hace lo que se pregona. Me parece que una cuestión clave es definir para quién se compone y se interpreta. ¿Es para una mera satisfacción personal (“no estamos esperando la aprobación de nadie”)? ¿Es para lucir su virtuosismo frente a otros músicos? ¿Es para los rockeros, en contra de los tangueros? ¿O escriben para su pueblo y pretenden expresarlo? Me voy a permitir opinar, y disentir en algunos casos, aunque corra el riesgo de “no existir”. A mi juicio, en la nota se cometen errores y contradicciones. 1. Es un error generalizar, meter a todos “los tangueros” en una misma bolsa. Es cierto que hay muchos personajes que no quieren saber nada con cualquier cosa que tenga un atisbo de renovación: “los dueños del tango”, como los calificamos en una oportunidad. En algunos casos, esta actitud surge de una concepción tradicionalista, pero los que más se destacan son los que se erigen en defensores de nuestra música porque piensan que eso les da cierta trascendencia, que no obtendrían de otro modo. Por eso son los que más hablan, los que llaman a la radio para quejarse si pasan algún tema nuevo. También influyen las preferencias de los bailarines: el baile tiene un peso muy importante en el tango y la mayoría de las nuevas composiciones no son muy bailables que digamos. Pero todo eso, insistimos, no autoriza al facilismo de generalizar. 2. No se puede pretender que todos tengan los mismos gustos, ni decretar qué se debe interpretar o escuchar y qué no. Eso es válido