tango, todos los días tenés algo nuevo para ver y eso antes no pasaba",
se juega el director de Ciudad Baigón. Inmerso desde su pubertad en la
nueva escena, Agustín Guerrero se entusiasma: "¡Sólo falta que se
conozca esta movida!". Y Nicolás Tognola es el que mejor define el
sentimiento de esta generación: "A veces es como luchar contra los
molinos de viento, pero es lindo, es apasionante y hermoso".
Señores del tango, el futuro ya llegó.
En primer lugar, hay que decir que resulta extraordinario, emocionante,
el auge de nuevas orquestas y nuevas propuestas vinculadas al tango.
La nota citada es apenas un pequeño reflejo de lo que está sucediendo.
Quienes vienen apoyando este movimiento desde el principio y brindan
la mejor información al respecto son la gente de Fractura Expuesta:
www.fracturaexpuesta.com.ar. En su programa de radio y a través de su
sitio Web ofrecen un espacio valiosísimo para el debate de opiniones,
muy rico por cierto, encarado con amplitud, calidad e inteligencia. Sus
reportajes son un referente obligado para conocer a fondo el tema.
Las opiniones conforman un amplio espectro, que tiene su correlato en
los distintos enfoques musicales, aunque no siempre se hace lo que se
pregona. Me parece que una cuestión clave es definir para quién se
compone y se interpreta. ¿Es para una mera satisfacción personal (“no
estamos esperando la aprobación de nadie”)? ¿Es para lucir su
virtuosismo frente a otros músicos? ¿Es para los rockeros, en contra de
los tangueros? ¿O escriben para su pueblo y pretenden expresarlo?
Me voy a permitir opinar, y disentir en algunos casos, aunque corra el
riesgo de “no existir”. A mi juicio, en la nota se cometen errores y
contradicciones.
1. Es un error generalizar, meter a todos “los tangueros” en una
misma bolsa. Es cierto que hay muchos personajes que no quieren
saber nada con cualquier cosa que tenga un atisbo de renovación:
“los dueños del tango”, como los calificamos en una oportunidad.
En algunos casos, esta actitud surge de una concepción
tradicionalista, pero los que más se destacan son los que se erigen
en defensores de nuestra música porque piensan que eso les da
cierta trascendencia, que no obtendrían de otro modo. Por eso son
los que más hablan, los que llaman a la radio para quejarse si
pasan algún tema nuevo. También influyen las preferencias de los
bailarines: el baile tiene un peso muy importante en el tango y la
mayoría de las nuevas composiciones no son muy bailables que
digamos. Pero todo eso, insistimos, no autoriza al facilismo de
generalizar.
2. No se puede pretender que todos tengan los mismos gustos, ni
decretar qué se debe interpretar o escuchar y qué no. Eso es válido