Tango y Cultura Popular ® N° 165 | Page 41

Estilo aparentemente sencillo en cuanto a su expresiva sobriedad, sin espectacularidades efectistas, pero de fascinante atracción por la belleza de su elocuente lenguaje musical. Resulta así que, sin darse cuenta, con displicente naturalidad, Pedro Maffia esta sentando las bases de adoctrinamiento de las futuras promociones de instrumentistas. Porque cierto es que la totalidad de nuestros bandoneonistas, hasta los de más reciente aparición, cuando están en el tango, ineludiblemente deben seguir las enseñanzas magistrales que Pedro impartiera hace ya más de seis décadas, y que fueron transmitidas de generación en generación. Tan es así que, el mayor elogio que pueda tributarse a un bandoneonista de la actualidad es adjudicarle alguna semejanza de sonido o de estilo con aquel maestro indiscutido de todos ellos. Provocó Pedro Maffia el gran cambio. Introdujo un criterio distinto, tanto en la ejecución como en el manejo del instrumento. Técnica y estilo fueron las dos piedras angulares de su fórmula interpretativa. Y, por otra parte, el acceso del bandoneón al atril, la sistematización de fabricación del instrumento en el país, tuvieron en Pedro Maffia su más decidido impulsor. La generalizada tendencia a forzar la apertura del fuelle al máximo de su extensión, para luego replegarlo espectacularmente en forma de abanico, presionando los extremos desde arriba hacia abajo, habría de transformarse en una mecánica totalmente distinta. el accionar de la válvula de aire que articula la emisión del sonido, cuyo dominio constituye uno de los más difíciles secretos del instrumento, resultaría a partir de Pedro Maffia tan imperceptible, hasta llegar a dar la impresión de una posición estática, cerrados prácticamente los pliegues del fuelle entre los brazos casi inmóviles del ejecutante. Y, naturalmente, ese nuevo método de ejecución, debía traducirse en una más perfecta y depurada sonoridad, no lograda hasta entonces. ese sonido de tango, que tan gráficamente se le atribuye al bandoneón, como es la voz instrumental que lo identifica, se debe en mucho a Pedro Maffia. Luis Adolfo Sierra- Musicólogo- (1977) (Enviado por José María Otero)