Francisco Grillo. Desde aquel día, con las inevitables interrupciones
propias de un periodo tan largo de tiempo y, en un país tan
convulsionado como la Argentina, las orquestas de tango no han dejado
de sonar en la pista del club. Aun hoy siguen haciéndolo Los Reyes del
Tango, Color Tango, Fervor de Buenos Aires, Sans Souci, Fernandez
Fierro, Otros Aires, etc. Después de Grillo y antes de las orquestas del
siglo XXI, en aquellos 40 y 50 dorados del tango, sonaron allí casi todas:
D'Agostino, Tanturi, Biagi, Rodríguez, Salgán, De Angelis, Gobbi, Julio De
Caro, Francini-Pontier, Maderna, Domingo Federico, Sassone, Basso,
Varela, De Franco, Malerba, Rodio, la del popularísimo cantor Alberto
Castillo, etc.
Por supuesto que con éstos, los más grandes directores de orquestas
típicas, se presentaron también los más grandes cantores de la historia
del tango. Entre ellos (además del ya mencionado Alberto Castillo, al
frente de su propia típica) hemos podido confirmar empíricamente en
base a la misma fuente de la cual extrajimos las orquestas, es decir, el
periódico El Mundo, la presencia de los siguientes: Alberto Podestá (con
quien tuvimos el honor de haber compartido algunas charlas de café), R.
Iriarte, R. Berón, R. Rufino, A. Moran, J. Vidal, O. Serpa, M. Pomar, L.
Tolosa, C. Almagro, etc. Y, por otra parte, a partir de testigos
presenciales pudimos confirmar la presentación de otros grandes
cantores como R. Goyeneche. A. Marino, H. Marcel, A. Fontán, A.
Laborde y J. Vidal. Además de la presencia de las orquestas antes
referidas, considerando sus formaciones tradicionales por aquellos años,
se desprende la participación de otra innumerable cantidad de grandes
interpretes de la talla de: Ángel Vargas, Alberto Echagüe, Enrique
Campos, etc.
(Revista Nuevo Mundo)