Tango y Cultura Popular ® N° 164 | Page 11

Después la muerte de mi padre, el temor de mi madre, la salida en busca de trabajo y mi casamiento muy temprano hicieron que quedara en espera dentro de mí lo que en realidad siempre amé tanto: cantar. Mientras tanto incursioné por otras expresiones del arte: hice teatro, poesía, humor. Pero hace unos años decidí reencontrarme con lo que nunca dejó de ser mi verdadera vocación. Fui en busca de un maestro y encontré al mejor, porque el maestro Mario de Carlo es maestro de música y de vida. Me dio todo lo que en ese momento yo necesitaba: confianza, fuerza, certezas y ese empujón que uno necesita para aprender, siempre aprender, pero haciendo. Y en el hacer, a menudo se estrecha el camino. Pero cada paso, cada intento, cada logro, es meta en sí misma cuando empuja el corazón y la pasión". En diciembre de 1998, tuvo su primer recital en la sala de la librería Ghandi, en el marco del 1er Festival Internacional Buenos Aires Tango, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.