instalación de todo lo foráneo, sea lo que sea y sin reparar en calidad.”
En la línea supuestamente "antisistema" mencionada, tenemos a los
"creadores" del "nuevo tango nuevo" que plantea destruir todo lo anterior y
para eso comienza utilizando un recurso marketinero barato y gastado que es
el de enchufar repetidamente la palabra "nuevo" en su definición, eso sí, sin
borrar la palabra "tango" porque entonces se termina el negocio.
Ah, y por las dudas, algunos piden disculpas diciendo que "el tango es rock" (y
lo que hacen no es ninguna de las dos cosas). Entonces, ¿el rock es tango?
Esta es mi opinión, basada en lo que yo siento. Me parece bien que
experimenten y se comprometan en la búsqueda de un estilo propio, pero no
puedo dejar de señalar mis disidencias.
En definitiva, terminan haciendo un servicio al sistema que dicen combatir, al
promover la confusión dentro del campo de la cultura popular, que no se
construye con caprichos. El tango no tiene dueños.
¡Gracias, y hasta el próximo número!
Ricardo Schoua
Si llevamos al extremo las ideas sobre el “nuevo tango nuevo”,
podemos desembocar en cosas como ésta. ¿Alguien cree que esto es tango?