Tango y Cultura Popular ® N° 161 | Page 27

R: Vos podés tener todo el respeto, pero no por eso tenés que dejar tu personalidad, porque está bien, ellos son muy buenos, pero vos sos diferente, no quiere decir que seas mejor ni peor. J: Exactamente, porque sino seríamos todos clones, y por ahí va “Chamuyo”, la verdad estamos muy contentos. Como te decía, tenemos las clases, después hacemos la milonga y además nosotros tenemos trabajos de shows, hacemos escenario y otras cosas. Amo, amo el tango, con toda mi vida, él también... R: ¿Y México? J: México es linda, la comunidad está creciendo bastante y sí, no nos podemos quejar, porque si viene gente de diferentes maestros, distintos grupos de gente, y en “Chamuyo” los lunes se juntan todos, el feedback siempre es que les encanta el lugar, la ambientación y obviamente la música... estamos contentos… Entrevista a Leonardo D’Aquila (QWUHYLVWDD/HRQDUGR' $TXLOD R: Hablemos de tus inicios, ¿Cómo llegaste a México? ¿Por qué México? L: Te sintetizo cómo me metí en el tango, como llegué al tango, cómo empecé... Tenía mi amigo, Pablo Pugliese, que iba a mi escuela, al Bernasconi, en Parque Patricios, donde nací, que era un pibe raro, era un pibe común y corriente, pero bailaba tango, y en los ochenta, bailar tango para un nene, para un niño era rarísimo. Creo que un poco eso era lo que me atraía de la amistad con él. En realidad él era muy amigo de mi mejor amigo, entonces por ahí también el vínculo, ¿no? Años más tarde, empezamos a frecuentarnos más, a hacer teatro juntos y demás, y él se empezó a ir de viaje a Estados Unidos con su mamá, que se llamaba Ester. Trabajaban bastante allá, bailando y dando clases, y resulta que un día decidió irse a vivir a EE.UU. porque a él además le gustaba la danza clásica, el contemporáneo, y allá había un montón de todo eso, por lo menos de lo que él quería, entonces se fue a vivir allá. Y Mingo Pugliese, el papá, como que nos tomó de hijos sustitutos, amigos, discípulos a mi amigo, este que te digo, Julián, y a mi... Y empezamos a ir un montón a bailar, a las prácticas, y nos empezamos a apasionar mucho... Yo al tango lo escuchaba de chico mucho por mi abuelo Pascual, hincha de Huracán, como yo, como todos, menos mi papá, que es medio de Boca y medio de Huracán, pero bueno, se le perdona igual... Bueno, te decía, que por mi abuelo escuchaba tango desde chiquito, la verdad me encantaría decir: “Yo el tango lo mamé desde la Tango y Cultura Popular