José Luis Camba Arriola, un tipo
tremendamente generoso y un
verdadero maestro que no me
enseñó nada de tango, porque él
hacía otras cosas, es abogado,
maestro de karate, pianista,
pero un montón de cosas de la
actitud, personalidad y de valores
los aprendí de él y los volqué al
tango y me funcionó muy bien.
Gracias a él, en gran parte existe
“Eneik Tango” hoy. A partir de
su ayuda con el espacio, cuando
estaba rentando, antes que me
prestara el local para dar clases,
me conseguía lugares baratos por
amigos, etc. Esa era la época del
“Tango Blanco del Águila” que fue
la primera escuela.
R: Vos saliste en la portada de
Tango y Cultura Popular con
esa escuela...
L: Sí, ahí fue cuando él me
conoció, porque bailé en un
espectáculo de un cantante de
tango, Hugo Jordán, y José Luis
estaba en el teatro y me vio y a
la salida fue y le dijo a Hugo: “yo
quiero tomar clases de tango con
ese bailarín” (había tres parejas)
dijo Hugo; ¿Con cuál? “¡Con el
bailarín!” Me llamó y bueno, a
partir de ahí una amistad enorme,
tanto es así que ahora, entre
las tantas cosas que hago, hago
karate, porque él me enseñó, y
me sigue enseñando.
R: ¿Y tu compañera?
L: ¿Cuál? Es que tengo dos
compañeras, Diana Chávez y
Antonia Lema. Diana es compañera
de tango de salón, y Antonia
es con quien hago tango de
escenario. Pero a la vez en la
escuela está David Negrete, que
es otro bailarín, que es compañero
de tango de escenario de mi
compañera de tango de salón
que es Diana Chávez. También
está otra pareja que son Valeria
Martínez y Alejandro Salanova, que
ellos son compañeros de tango de
salón dando clases, así que con eso
completamos seis maestros.
Yo estaba bailando con Yasmín,
mi anterior compañera cuando
fundé “Tango Blanco del Águila”,
mi primer intento de escuela, que
por algunas razones no funcionó
muy bien, porque ella quería
hacer una cosa multidancística,
porque ella baila otras cosas y
yo quería hacer crecer al tango,
porque no hay una propuesta de
escuela especializada en tango,
sino que hay lugares donde se
dan clases. Y bueno, terminamos
separándonos.
Ya luego me asocio con Antonia,
y empezamos a dar clases juntos,
y empezamos a formar algo,
bueno, yo soy su maestro, pero
ella ya hace un tiempo que es
maestra y ha sacado muchos
alumnos. Digamos que el staff
somos seis, pero los que llevamos
adelante la escuela, yo soy el
director de la escuela, y Antonia
viene siendo todo lo otro que está
entre un maestro y un director,
o sea prácticamente es el motor
de la escuela. Y los otros chicos,
Alejandro, Vale, David y Diana
también son la escuela. Cada uno
con su personalidad, aportando
desde su lugar... Son la escuela,
cuando me dicen: “Tu escuela” no,
es “Eneik” no es mi escuela.
Antonia fue la persona que me
ayudó a darle la identidad que yo
estaba buscando para la escuela.
No en el sentido creativo de ideas,
Tango y Cultura Popular