Tango y Cultura Popular ® N° 161 | Page 24

Tango y Cultura Popular 24 pone mucho tango “for export” mucha gente aquí que no sabe. Y en ese lado a mi también me ayudó a profundizar más, me metí a estudiar mucho música... Y claro era ya como tener un pedacito de Buenos Aires aquí, y también me encantaba, ¿no?. Con Julieta más, estamos muy contentos de que a la gente le haya gustado, y la música le gusta. Y aparte la comunidad acá a veces es un poco medio dividida... R: Sí, pero parece que todos vienen aquí. A: Sí ¡les gusta! R: Eso de que sea medio dividida, parece que fuera inherente al tango, en algunos casos, aunque yo no creo, pero pasa mucho. Pasa en Buenos Aires, pasa en Rosario...Y yo creo que es una tontería. A: Sí... Igual de a poco siempre va viniendo gente nueva. Siempre está la gente habitué que viene como un 60% y hoy viene gente que no conozco, entonces siempre hay gente nueva, y eso está muy bueno, porque va creciendo. R: Es buenísimo y muy importante, porque aquí vienen jóvenes, mayores, y están todos, la separación tampoco es buena. A: Eso me gusta, vienen de todas las edades. Aparte aquí no están muy acostumbrados a salir en México entre semana, acá es como: viernes - sábado... Y decidimos hacerla el lunes, entonces era así como uy a ver que sale un lunes... esta bueno porque yo veo que en Buenos Aires no importa el día, ¿no? la gente esta acostumbrada un poco más a trasnochar. R: Incluso allá las milongas Revista N° 161 terminan más tarde. A: Sí, totalmente. Y bueno, acá por ser lunes la verdad que no está mal. Está como empezando la gente a salir no solo viernes y sábados. ¡Y unos dicen que lo toman como extensión del fin de semana! Entrevista a Julieta Barrionuevo R: Hablame de tu relación con el tango, la milonga, tu carrera... J: Bueno, mis comienzos fueron más o menos a finales de los ‘90, 1998 me agarra el gustito por el tango. Mi papá lo bailaba, pero en la época que él escuchaba no me atraía mucho. En los ‘80 yo pensaba que no era para mi, tenía otra base... pero en 1998, 99 empiezo a tomar clases con Nito y Elba en “Grisel” y empecé a tomar mis clases y milongueaba, desde un punto de vista muy inocente, ahí quedaba. Inocente en el sentido de que no veía al tango como una profesión... eso se fue desencadenando con los años. Todo esto en Buenos Aires. Después tuve la posibilidad de viajar, por equis motivo, por EE.UU. Y más me picó todavía, porque me agarraba como una melancolía... entonces ahí me llamaba más, y más me agarraba esa nostalgia. Trataba de ir a milongas allá y también buscaba maestros, era como que no lo podía dejar, donde estuviera, no lo podía dejar. Así fue que después regresé a Buenos Aires, y viajaba mucho, y adonde iba siempre buscaba el contacto con el tango. Es larga la historia porque pasaron muchos años, pero como a los