2017 | nº XX | Tamadaba | 19
Por lo que, una vez hayan aprendido la letra, pasamos a aprender los juegos. ¡Menuda sorpresa se llevan! Esto lo realizo a lo largo de todo el curso escolar y no solo cuando se acerca la celebración del Día de Canarias, para la cual preparamos actividades, talleres, exposiciones, etc. No hay que esperar a que lleguen fechas marcadas en los calendarios, para comentar, enseñar y aprender el por qué de nuestra historia. Yo dedico, un huequito de la jornada escolar, para trabajar el folclore; no olvidemos que el principio de globalidad, en Educación Infantil, nos permite entremezclar mil y un aspectos. A continuación, expongo algunas de las canciones y juegos2 que practico en mis aulas: “La Señorita”, “Ratón que te pilla el gato” “Arroz con leche” “El limón” “El cocherito leré” “La Chata Virigüela”
Esta dinámica la llevo a cabo con todos los niños y las niñas del aula, sin distinción alguna. Tanto si conocen el idioma, como si no. ¡Qué bonito es ver a diferentes razas del mundo compartiendo nuestras tradiciones! Al mismo tiempo, aprovecho para que el resto de alumnado aprenda también un poquito de las otras culturas que hay en la clase. Hago protagonistas al alumnado foráneo. Nos enseñan a saludar y dar las gracias en su idioma, a contar, nos ilustran cómo celebran ellos la Navidad, qué otras celebraciones tienen, vienen mamás y papás a hacer algún taller de comida con nosotros, nos muestran cómo viven y se visten, cómo y con qué juegan, etc.
Esta práctica educativa puede llevarse a cabo en cualquier contexto, haya o no haya alumnado extranjero. De ahí se puede partir para trabajar, tanto aspectos foráneos, como nuestras tradiciones y cultura, conociendo, investigando, comparando, etc. No es necesario que se dé ninguna circunstancia especial o concreta para comenzar a trabajar en ello. Simplemente, se puede esperar a que surja, de manera espontánea o natural, o se puede ir encauzando la conversación, la enseñanza o los contenidos, hacia la dirección que nos interese. Que el alumnado, no lo perciba como una imposición, sino como algo lúdico, divertido y entretenido por el que mostrar interés.
Como docente, quizás tenga mucho que seguir aprendiendo, y lo procuraré siempre, pues la formación del profesorado nunca termina de completarse, pero considero que mi dinámica de aula es entretenida, lúdica, promoviendo siempre la manipulación y el ambiente alegre y distendido. Me gusta que el alumnado que llega a mi aula, cada mañana, lo haga con alegría y emoción, que el aprendizaje sea una sorpresa diaria, que vengan motivados y preparados para nuevas aventuras, para nuevos conocimientos. Que esos niños y niñas que me hayan tenido como maestra, guarden un buen recuerdo de mí, tanto en la adquisición de contenidos curriculares, como en el aprendizaje de juegos, canciones e historias populares. A todos ellos, gracias por haber mostrado ilusión, agrado, interés y motivación por conocer y aprender nuestras raíces.
Todo esto hace que me sienta contenta y, a la vez orgullosa, de mi contribución, granito a granito, al conocimiento de nuestra cultura canaria, por el alumnado que va “pasando por mis manos”.
1Me remito, en concreto, a la cultura canaria porque, a pesar de coincidir con muchas tradiciones y costumbres estatales, presenta sus características y peculiaridades propias.
2Este repertorio canario forma parte de la cultura popular que he “respirado”, desde pequeña, en mi casa y el pueblo de nacimiento de mis padres.
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