MENTORING
MENTORING
AL MENTOR:
SUPERVISIÓN Y
ACOMPAÑAMIENTO INDIVIDUAL
EN EL PROCESO DE MENTORING
“Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”-pro-
verbio africano.
Sabemos que el mentoring, en cuanto a metodología, se basa en el aprove-
chamiento del “capital experiencial” de las personas y las organizaciones,
entendido éste como una reserva de información, conocimiento y experiencia
que suele estar infrautilizado por el simple hecho de no ser conscientes de él.
Es por ello que el mayor valor que puede aportar un proceso de mentoring es
la posibilidad de hacer un alto en el camino y revisar ese conocimiento con el
fin de acrecentarlo, divulgarlo o simplemente mantenerlo. Ése es el principio
sobre el que se asienta y que lo hace especialmente poderoso y útil en un en-
torno de cambio continuo, donde el aprovechamiento y la creación de nuevo
conocimiento se convierte en un requisito imprescindible para la competitivi-
dad, innovación y la supervivencia de las organizaciones.
Por este motivo, la implantación de un programa de mentoring que aspire a
ser efectivo requiere preparar a los mentores para ser capaces de aprovechar
ese capital experiencial; no sólo aquél derivado de su conocimiento y/o trayec-
toria profesional, sino también el de sus mentees y el de la propia organización
en su conjunto.
Dentro de su proceso de entrenamiento, sabemos que uno de los elementos
más relevantes es el de la mentorización y supervisión individual del propio
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