DESARROLLO
Toda la felicidad
cabe en un cubo
Como tuve ocasión de compartir con voso-
tros hace ya unos cuantos números de Ta-
lento, si hay un tema recurrente tanto en los
procesos de coaching que realizo como en
las problemáticas profesionales o persona-
les de las personas que tengo oportunidad
de conocer en este ámbito, ése es el de la
pérdida -cuando no la ausencia total- de au-
toestima. Los síntomas son variados, y en
ocasiones no muestran relación aparente
con la cuestión que nos atañe, pero basta es-
carbar un poco para descubrir, más pronto
que tarde, la conexión con ella. Y es algo que,
al parecer, sucede también en los procesos
de otros coaches que conozco, por lo que
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podemos descartar el sesgo por mi parte.
Es un problema muy doloroso, tanto que
no resulta fácil de imaginar para quien no
lo ha experimentado, para quien se en-
cuentra sólido y feliz consigo mismo; lo que
añade la incomprensión al sufrimiento que
ya de por sí genera en quien lo padece. Y aún
podemos sumar el aislamiento como un ter-
cer castigo para el sujeto; de hecho, en no
pocas ocasiones un comportamiento triste
o depresivo, excesivamente introvertido,
desconfiado, celoso, intolerante, radical
o demasiado exigente y/o autoexigente
esconde una carencia de autoestima, y esta-