de su empresa, su patrimonio y su futuro
penal, sino valores como la independencia
de la prensa (el llamado cuarto poder) en una
democracia y la responsabilidad del gobierno
como representante del pueblo.
También podríamos colegir que el desarrollo
de su liderazgo se nutre en gran medida del
de Ben, su editor ejecutivo.
Cuando una persona conquista las habili-
dades, actitudes y mentalidad que demandan
los resultados que quiere alcanzar, simple-
mente atrae esos resultados. Los resultados
que conseguimos no son más que la con-
secuencia (inevitable) de los cambios que
conquistamos.
Jim Rhon nos enseñó que el sentido principal
de la vida no consiste en lo que consigues,
sino en lo que te conviertes, y también te
invitó a que “no desees que las cosas te
resulten fáciles, desea ser mejor, y de esta
forma serás capaz de enfrentarte con éxito a
los retos presentes y futuros. La consecuen-
cia será la conquista de lo que quieres”.
Por eso yo creo que la gran satisfacción que
Katharine Graham muestra a la salida del
Tribunal Supremo no es tanto porque el fallo
le sea favorable, y tampoco por librarse de
las dolorosas consecuencias –pérdida de la
empresa y penas legales personales -que
hubiese supuesto un fallo adverso.
Creo firmemente que su satisfacción es la de
tomar conciencia de la persona en la que se
ha transformado.
Recordar datos como que corría el año
1.971, que no había sido preparada para ese
destino y que era mujer no hacen más que
incrementar el valor de su transformación.