DESARROLLO
DEL SANTO GRIAL DE LA M
No es infrecuente que en nuestros pro-
cesos de entrenamiento de Mentores y
Directivos la preocupación número uno
sea “cómo puedo motivar a los demás”.
Pero sabemos, como hemos mencionado
en otros artículos, que no es muy útil -ni
sabio- poner en los demás la responsa-
bilidad de motivarnos; es como delegar
nuestro propio caminar en una tercera
persona. El mito de crear roles de “motiva-
dores” y “motivados” pasa por un modelo
mental que delega en los demás una
responsabilidad que sólo nos concierne a
18
cada uno de nosotros, con independen-
cia de la posición, funciones o roles que
desempeñemos.
El Santo Grial de la motivación no reside
en técnicas mágicas que permitan “des-
pertarla” en nuestros semejantes, ni tam-
poco en el enfoque conductista de “palo o
zanahoria”, aunque a corto plazo pueda
ser un factor externo impulsor; sino que
descansa en la comprensión de los dife-
rentes elementos que la componen y la
posibilidad de crear las condiciones
más adecuadas para que cada persona