La reflexión es un proceso cognitivo personal.
Cuando una persona -el Mentee en este caso-
reflexiona, elige una experiencia, propia o ajena;
la interioriza en su mente, la conecta con otras
experiencias y la filtra con sus propios sesgos.
Cuando el resultado de este proceso genera
un aprendizaje, el Mentee desarrolla una for-
ma de responder al mundo que es diferente
de la que poseía antes de realizar la reflexión.
El aprendizaje es, por tanto, la creación de
significado a partir de las experiencias pasadas
o presentes, y sirve como guía para
conductas futuras.
Bpoud y Col (1985) señalan que la reflexión
es también una experiencia, no es un fin en
sí misma. El propósito de la reflexión es pre-
pararnos para una nueva experiencia. Una
manera nueva de hacer algo, aclarar un asunto,
desarrollar una habilidad o resolver un problema.
Hemos constatado la prevalencia en el
entorno organizacional de la creencia erró-
nea de que el saber -la información- es, o
debería ser, suficiente para hacer, lo que en el
caso de las soft skills es absolutamente falso.
Conclusión
Las malas noticias son que la efectividad
de los procesos que se desarrollan en la
actualidad en este país es entre baja y muy baja y,
obviamente, las muy buenas noticias son que esa
efectividad tiene un margen de mejora
entre enorme y colosal.
La metodología que diseñamos en IMS, y
mejoramos continuamente, se denomina Effec-
tive Mentoring® porque entendemos que el
propósito número uno de tu empresa es dar
beneficios.
“No soy un maestro, sino un despertador.”
– Robert Frost