DESARROLLO
¡Disculpe, señora, el leng
El sexismo en el lenguaje
Desde muy joven entendí siempre al ser humano desde una visión ho-
lística, viéndolo desde sus diferentes dimensiones; más tarde, llegó a mí
la premisa de que “el lenguaje nunca es inocente”, así como los conoci-
mientos que rodean esta premisa.
Bien, de eso se trata; del lenguaje, del que utilizamos con los demás en
nuestros diferentes entornos, del que utilizamos con nosotros mismos,
y de las realidades que construimos con él.
Siendo el castellano muy rico y amplio, hay un término sobre el que
quiero poner mi atención, algo que se llama sexismo lingüístico, porque
existe, por eso tiene nombre, porque es una realidad. Una realidad que
relega e invisibiliza a la mujer, existen construcciones gramaticales que
pueden, en algunos casos, llegar a ser discriminatorias.
Para los más escépticos a la hora de abordar asuntos de esta índole,
basta con echar un vistazo al artículo de la Real Academia de Lengua
Española que publicaron en 2012, escrito por Ignacio Bosque y suscrito
por 26 académicos de número, donde se sostiene que existen usos
verbales sexistas y donde se pone como premisa verdadera el hecho
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