mesa que me hago a mí o a otro.
La promesa no es una intención, ni un deseo.
Es una decisión, una determinación que invo-
lucra tu integridad y, por tanto, tu confiabilidad
frente a ti y/o al otro. La falta de cumplimiento
de una promesa tiene consecuencias ante el
otro y/o ante ti mismo.
“ Las sociedades que se
esfuerzan en promover
la libertad del individuo
aumentan su respons(h)
abilidad y disminuyen el
victimismo
¿Y por qué se dispara tu com-promiso? Porque
tienes un motivo para accionar, que proviene
de tu respuesta.
Cada vez que te comprometes disparas auto-
máticamente tu sentido de pertenencia o tu
autoestima.
Si tu respuesta -y sus consecuentes motiv-ac-
ción y com-promiso- era a otro (jefe, familiar,
amigo…), disparas tu sentido de pertenencia
en ese ámbito; y si la respuesta te la diste a
ti mismo (“voy a realizar tales cambios saluda-
bles”) disparas tu auto-estima.
El ejercicio de tu respons(h)abilidad no sólo
genera un resultado o consecuencia en “el
mundo”, sino que además refuerza automá-
ticamente tu motiv-acción, com-promiso y
sentido de pertenencia o auto-estima.
Cada vez que un individuo no ejerce su
respons(h)abilidad, o alguien (jefe, familiar,
amigo…) se lo impide, por ejemplo ordenán-
dole lo que tiene que hacer, ese individuo es
privado automáticamente de su motiv-acción,
com-promiso y sentido de pertenencia o auto-
10
estima.
Respons(h)abilidad y libertad
Entiendo la respons(h)abilidad como un dere-
cho que emana de la libertad. Las sociedades
que se esfuerzan en promover la libertad del
individuo aumentan su respons(h)abilidad y
disminuyen el victimismo.
En mi opinión nuestra sociedad está liderada,
todavía y principalmente, por líderes con esti-
los autoritarios o carismáticos. Basta echar un
vistazo a los principales -los que ejercen más
influencia por su visibilidad en los medios de
comunicación- como serían los políticos, IBEX
35, etc.
La elección de la concentración de poder en
pocos individuos con esos estilos tiene como
consecuencia una fuerte descompensación de
los niveles de respons(h)abilidad entre ellos y
sus colaboradores.
El mensaje implícito transmitido por ese líder
es: falta de confianza. Mensaje que, obviamen-
te, le es devuelto por sus colaboradores, ya
que la confianza o su carencia es siempre bi-
direccional.
Un sendero de solución
La precondición para que un individuo pueda
dar una respuesta es que se haga alguna pre-
gunta. Las preguntas son las llaves que abren
las puertas que guardan las respuestas. La si-
guiente condición es alguien que la escuche.
Esas dos condiciones disparan la respons(h)
abilidad. Pregunta y escucha son realmente
dos habilidades, lo que quiere decir que re-
quieren de práctica para su utilización efectiva.
Es muy curioso observar y reflexionar acerca
de cómo es que dos habilidades tan simples e
importantes apenas son practicadas efectiva-
mente en nuestra sociedad.
¿Recuerdas algún momento de tu período
educativo – familia, colegio, universidad, mas-
ter…- en el que te hayan indicado su relevancia