SUTURAS DE PAZ SUTURAS DE PAZ | Page 137

A LA MEMORIA DE OSIEL, En Batero, año 2007 El balón, en los meandros del juego, nos apaciguaba el hambre, hasta que llegaron hombres que se podrían en carne viva por tantos aguaceros para los que no bastaba ni sol ni fogón. A su paso escondieron, de los caminos, el saludo y las naranjas en los patios vecinos; también nos dejaron sin el trote risueño de nuestro capitán. Un día ya no fue más ni árbitro ni crack: su atlética figura pasó a ser escultura de incierto museo, patrimonio del desastre. “Quinchía. Rafa, Ima e Hijos” Jaiber Ladino