ZONA MÁGICA
en un ascenso constante cuando me he
dedicado a poner mi atención y enfo-
que hacia lo que considero un área tan
extensa y misteriosa como deslumbran-
te; el coaching y el camino que esta
disciplina presupone construir hacia
descubrir la esencia que nos hace ser
humanos.
Es durante estos últimos días que ad-
mito haber estado pensando mucho
(y cabe mencionar que es gracias a
GROW que lo hago cada vez mejor)
para llegar a la conclusión de que si
comparamos al grano del café en su
mayor pureza posible con un proceso
de ayuda terapéutica, esta última de-
bería ser semejante a la experiencia
de disfrutar una espléndida y exqui-
sita taza del extracto de una molienda
de los granos más finos, habiendo sido
transformados en un elixir digno de los
paladares más exigentes. Dime querido
lector ¿no sería acaso un verdadero de-
leite que pudiéramos comparar ambas
experiencias? Me atrae la idea de ima-
ginar que de ambas maneras debe exis-
tir una profunda intimidad, un ínfimo,
pero poderoso roce con lo inherente.
Si nos referimos a la bebida, y si fuera
posible percibir el contacto del cálido y
semiespeso líquido que durante la odi-
sea de acercar el recipiente que lo con-
forma hacia colocarlo apenas por deba-
jo de la nariz, y este tocara al unísono la
punta tanto de la lengua como del labio
superior de una boca expectante pro-
vocando una placidez amarga, ¿porqué
no esperar que sea el coaching, del otro
lado, una experiencia equiparable a
contactar con la calidez y regocijo que
promete el descubrir y contactar con la
esencia de nuestra naturaleza divina?
Es desde que tengo tres añitos, que me
he vuelto un apasionado practicante de
las experiencias deportivas, tanto por
herencia como por personalidad, y es
esta última una tan curiosa como com-
petitiva, que me hizo adentrarme en te-
mas humanos de manera cada vez más
profunda. Recuerdo que desde mi leja-
na infancia me gustaban las historias de
héroes de ficción, los asuntos relacio-
nados con magia e ilusionismo, la pro-
puesta metafísica y por supuesto, entre
mayor edad ganaba, más interés adver-
tía en todo lo relacionado con asuntos
filosóficos, lo cual se volvió materia
de indagación profunda al pasar varios
años aprendiendo la maravillosa pro-
fesión de arquitecto. Ha sido durante
mis últimos pasos del camino cuando
se atravesó eso llamado coaching que
amalgamaba de manera homogénea
mis actividades favoritas: la curiosi-
dad, la creatividad y la competitividad.
Recuerdo haber comenzado ese cami-
no en 2010 como un hombre ingenuo,
valiente y perseverante, aunque inne-
gable, dicho caminar ha estado lleno de
aventuras, me he mantenido siempre
bajo la consigna de que “es bueno errar
para mejorar”, por lo que en 2015 llegó
el momento en el que tuve que elegir de
entre todas las formas, maneras, escue-
las, corrientes y estilos de “ejecución”
de eso a lo que se le conocía como coa-
ching. Fui entendiendo que así como a
muchas personas les gusta el café (al-
gunas tantas lo prefieren tomar acom-
pañado y en diversas presentaciones:
GROW Incubadora de mentes creativas es una empresa enfocada al desarrollo, empoderamiento y catalización del conocimiento
tácito. También se refiere al modelo de co-creación entre John Whitmore, Alan Fine y Graham Alexander acomodado en un acró-
nimo propuesto para dar organización a las charlas de Coaching y que se propone como una estructura conversacional basada en
categorías de acción. Para Leonardo Ravier (www.leoravier.com) es una descripción científica de categoría de acción humana
(intencional o deliberada) que está presente en TODAS las conversaciones. Más información en la página www.vivegrow.com
y la www.internationalcoachingsociety.com
...Las cualidades
que nos hacen
ser humanos: la
Libertad, la
Consciencia y la
Responsabilidad.
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