Responsabilidad personal y social: Refiere a la capacidad de tomar decisiones y actuar considerando aquello que favorece el bienestar propio,
de otros y del planeta, comprendiendo la profunda conexión que existe entre todos ellos. Involucra la participación activa en la búsqueda de un mundo
justo, pacífico y ecológico (ATC21S, 2010). Lo anterior implica una orientación personal al servicio.
Resolución de problemas: Es la habilidad de comprender una situación y evaluar diferentes formas de resolverla, dimensionando su
impacto. Esta habilidad implica resolver problemas utilizando material concreto y gráfico, aplicando conocimientos aprendidos y diferentes
estrategias de cálculo escrito y/o cálculo mental, que involucran una o varias operatorias, y evaluar estrategias de otros.
Interés y curiosidad intelectual: Es un instinto natural que confiere una ventaja de supervivencia a ciertas especies, posibilitando el
conocimiento de su entorno y favoreciendo conductas de adaptación al mismo. Es el aspecto emocional que engendra en los seres vivos
conductas de exploración, investigación y aprendizaje.
Iniciativa: Es la predisposición a emprender acciones, crear oportunidades y mejorar resultados sin necesidad de un requerimiento externo que la
empuje, apoyado en le autorresponsabilidad y la autodirección.
Participación y Trabajo en Equipo: El trabajo en equipo puede definirse como aquella actividad que para concretarse,
imperiosamente, requiere la participación de diferentes personas; lo que implica una necesidad mutua de compartir habilidades y
conocimientos; donde debe existir una relación de confianza que permita delegar en el compañero parte del trabajo propio, con la
seguridad de que éste cumplirá cabalmente su cometido.
Trabajar en equipo constituye una oportunidad de crecimiento personal y un verdadero triunfo social que facilita la superación individual
ayudando a los demás mediante la capacidad de entrega, de integración y tolerancia.
Sumario Educativo 7/11