La lúdica como estrategia para la enseñanza
de la Matemática
D
esde sus inicios, la humanidad ha tratado de resolver los problemas inherentes a su educación. Así, el proceso educativo ha ido transformándose
para adaptarlo a las necesidades del docente y como resultado se ha mecanizado, olvidando que el niño(a)
desde que nace juega para estimular su creatividad y conocer el mundo que le rodea.
En este sentido, el juego es una función esencial en la vida del niño(a) porque es una actividad que lo ayuda a desarrollar
varios aspectos: motriz, físico, emocional, social, mental y creativo, contribuyendo a su formación integral. Los psicólogos
destacan la importancia del juego en la infancia como medio de formar la personalidad y de aprender, de forma
experimental, a relacionarse en sociedad, a resolver problemas y situaciones conflictivas. Este proceso de enseñanza,
mediante el juego, implica reconocer una serie de eventos que deben permitir al niño(a) alcanzar los conocimientos
propuestos para luego poder aplicarlos en la vida cotidiana y formarse de manera íntegra como persona. En este orden
de ideas, se propone una estrategia para promover el desarrollo del pensamiento matemático basada en actividades
lúdicas. La intención de la misma, es tratar de establecer algunas consideraciones teórico-prácticas que permitan
subsanar la problemática existente en la enseñanza-aprendizaje de la matemática.
TEORÍAS QUE SUSTENTAN LA ESTRATEGIA
TEORÍA ESTRUCTURALISTA
En ella, Piaget (1973) plantea una perspectiva “activa”, en la que el juego y los juguetes son considerados como
“materiales útiles” para el desarrollo psicomotor, sensorio motor, cognitivo, del pensamiento lógico y del lenguaje. En su
teoría, clasifica los juegos según su estructura en:
1. Juegos de Ejercicio: sin especial carácter lúdico
2. Juegos Simbólicos y de Ficción: que representan realidades no actuales en el campo perceptivo
3. Juegos con reglas tradicionales: transmitidas de generación en generación
Sumario Educativo 9/11