Rogabam quid facturus esses.
Preguntaba qué harías o habías de hacer.
Observaciones
a) Expresión de la posterioridad
La posterioridad sólo la expresa la perífrasis -urus sim, -urus essem en las
interrogativas indirectas y en las oraciones introducidas por quin.
En las otras oraciones, e incluso en las mencionadas cuando no se puede usar la
perifrástica activa porque el verbo no tiene supino o está en pasiva, la posterioridad,
generalmente, se indica con los tiempos de la simultaneidad, es decir, presente o
imperfecto de subjuntivo:
Non dubito quin Troia peritura sit.
No dudo que Troya perecerá.
Non dubíto quin te huius facti paeniteat.
No dudo que te arrepentirás de este hecho.
(paeniteat no tiene supino y, en consecuencia, no puede conjugarse en perifrástica
activa)
b) Presente histórico
Si el tiempo de la principal es un presente histórico, a efectos de concordancia se le
puede considerar presente o pasado, indistintamente.
Matronae, vagae per vias, quae fortuna exercitus esset, obvios perconctantur.
Las madres, errantes por los caminos, preguntaron a los viandantes cuál era la suerte dcl
ejército romano.
3. Los mismos verbos con completivas diferentes
Te rogo quid facias.
Te rogo ut hoc facias.
Te pregunto qué haces
Te ruego que hagas esto.
Rogo y otros verbos del mismo tipo pueden regir una completiva interrogativa o
una completiva de subjuntivo. Observa que en el primer caso significa preguntar, y en el
segundo, pedir, rogar.
Nescivit eos fugísse.
No supo que ellos habían huido
Nescivit quo fugeret.
No supo a dónde huir.
Nescio signifíca lo mismo en las dos oraciones, pero, como podéis ver, rige dos
completivas diferentes.
Los verbos de entendimiento y de lengua suelen admitir una completiva de
infinitivo o completiva de subjuntivo, pero con significados diferente. Fijaos en estos
ejemplos:
Monere:
con infinitivo significa advertir, avisar;
con subjuntivo, exhortar, aconsejar.