Spanish - Mental health and gender-based violence Spanish version | Page 144
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Asesoramiento específico para una ayudante cuando le
brinda acompañamiento terapéutico a una madre
Es importante prestar mucha atención a la descripción que hace la madre de su hijo para evitar
consecuencias perjudiciales en el desarrollo del infante; ¿está demasiado involucrada y es
sobreprotectora? o ¿está desvinculada, distante y retraída? u ¿oscila entre la distracción y la
interacción intrusiva?
A veces los mismos niños pueden actuar como detonadores, incluso cuando no han nacido como
resultado de una violación. La intimidad corporal, los olores del cuerpo, el llanto o gritos, la ira, y
otras emociones fuertes pueden recordar a la madre sus experiencias violentas. Debe ayudarse a
las madres a identificar tales detonadores y aprender a separarlos de las memorias traumáticas.
También se le puede ayudar a leer las expresiones de sus hijos sin autoculpabilizarse, y sin
transmitirles reacciones emocionales que conlleven o transmitan temor, y que hayan sido generadas
por otra relación.
Se consideraría necesario llevar a cabo una intervención para brindar apoyo a un infante, a un grupo
de infantes y a sus madres, si se observa que el infante se encuentra gravemente afectado por su
trauma o el de su madre, y que tiene muchos problemas para regular su estrés y sus emociones, o
tiene formas de apego diádico exageradas o desorganizadas.
Las madres que han experimentado sucesos traumáticos graves son más propensas a mostrar
una baja sensibilidad y competencia en el desempeño de su función materna; a tener problemas
para establecer un vínculo afectivo sano; y a estructurar sus relaciones con los hijos de manera
inapropiada, por ejemplo, la madre puede estar excesivamente involucrada o no tener disponibilidad
emocional. Es probable que los infantes en familias gravemente traumatizadas también muestren
síntomas de relativa falta de sensibilidad, y vinculación en sus relaciones diádicas. Las madres que
han sido gravemente traumatizadas pueden además tener dificultades para calmar y regular las
emociones de sus hijos, lo que puede ralentizar su desarrollo sensoriomotor y hacer que se vuelvan
irritables o tengan irregularidades del sueño.