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5. Asistencia para las ayudantes
( Ver“ La buena ayudante” y“ Consideraciones de cómo ser una buena ayudante” en la Parte II, pág. 34-35 y 74-75).
Cuando se trabaja con personas que han sufrido traumas graves, se debe prestar mucha atención a las reacciones de las ayudantes. Ellas también están en riesgo.
• Traumatización secundaria. Las ayudantes a veces desarrollan los mismos síntomas que los de las personas a quienes ayudan. Pueden experimentar hiperactividad, evitación o distanciamiento, y comúnmente“ ven” imágenes y sufren pesadillas intrusivas después de escuchar o presenciar el sufrimiento traumático de las sobrevivientes. Incluso una sola historia puede crear imágenes intrusivas.
• Traumatización vicaria. A medida que acumulan conocimiento al ver el sufrimiento humano, las actitudes de las ayudantes pueden evolucionar. Su visión de mundo puede volverse cínica o pesimista. Esto puede hacer que ellas se infravaloren a sí mismas y a otras, o pierdan su creencia en la posibilidad de un cambio; se vuelven indiferentes. Con el tiempo, algunas ayudantes pueden sentir que su personalidad ha cambiado.
• Fatiga por compasión( o desgaste por empatía). Este estado se asemeja a la traumatización vicaria, pero también puede afectar a los profesionales en puestos de cuidado que están muy expuestos, pero que no trabajan de manera exclusiva con trauma. Ésta se describe como una forma de“ agotamiento excesivo” que, además de cambiar las actitudes cognitivas, hace que las personas se sientan extenuadas y desmotivadas, desmoralizadas, aburridas y desesperadas, llevándolas a presentar problemas de sueño, y somatización y abuso de sustancias algunas veces.
En todos los estados descritos, la ayudante siente que sus problemas, necesidades y bienestar, y sus contactos cercanos no merecen que les preste atención; y que los riesgos propios y los posibles peligros en su trabajo son insignificantes. Esta actitud tiene graves consecuencias. La persona ya no está disponible como un recurso emocional para los demás; la calidad de su trabajo puede disminuir; su familia y las personas con quienes tenga relación pueden sufrir; y es probable que ella misma se sienta infeliz, incluso puede llegar a sentirse psicológicamente desestabilizada.
PARTE III: ELEMENTOS TEÓRICOS
Recomendaciones para las ayudantes
Cuando las ayudantes experimentan síntomas de traumatización secundaria, las técnicas utilizadas para ayudar a las víctimas( como ejercicios de estabilización, consejos para dormir, etc.) pueden ser a menudo de utilidad para ellas. Las ayudantes necesitan entender que es importante reconocer sus propias necesidades y reacciones, y entender qué situaciones actúan como detonadores y qué otras pueden ser modificadas.
En los casos de traumatización vicaria y fatiga por compasión( desgaste por empatía) hay factores que pueden ser relevantes.
• Las personas que corren mayor riesgo son aquellas que tienden a establecer estándares extremadamente altos, les resulta difícil establecer límites y se imponen exigencias poco realistas para sí mismas. Necesitan ayuda para reconocer que no pueden hacerlo todo, no son indispensables, y no pueden ser responsables de todo que sucede. Necesitan aprender a: compartir o variar su carga de trabajo; tomar vacaciones y programar el tiempo para descansar y relajarse; confiar en los amigos y darse permiso para pasar el tiempo con ellos y con la familia; comer bien; hacer ejercicio regularmente; y organizar el apoyo y la supervisión adecuados para sí mismas en el trabajo.
• La traumatización vicaria y fatiga por compasión( desgaste por empatía) son más frecuentes en el personal que trabaja en organizaciones que imponen altas demandas de desempeño y que no regulan ni gestionan adecuadamente su flujo de trabajo, y donde además, el personal trabaja de forma aislada sin la retroalimentación de sus colegas. El ambiente de trabajo debe proporcionar retroalimentación y apoyo, una supervisión acertada y oportunidades de capacitación y aprendizaje.