Spanish ACAMS Today (Septiembre-Noviembre 2016) Vol. 15 No. 4 | Page 45

SOLUCIONES PRÁCTICAS L os casinos son un negocio bastante arcano ya que no hace mucho tiempo el juego legal se limitaba a los estados de Nevada y Nueva Jersey. Para que nadie piense de otro modo, operar un exitoso casino legal es mucho más difícil de lo que parece. Las caras sonrientes de los agentes y el ambiente festivo desmienten la intensidad de la operación. Todos los matices de la sala de juego están controlados para garantizar que los tramposos no tengan la sartén por el mango y que los clientes tengan un juego justo. Los pocos a los que se les juzga dignos de operar casinos están expuestos a exhausti- vos controles de antecedentes antes de reci- bir la codiciada licencia. Además, las comprobaciones intrusivas de idoneidad siguen, siempre y cuando la persona tiene la licencia. Cualquier atisbo de incorrección podría obligar a un licenciatario a presen- tarse ante un consejo regulador del juego para explicar sus acciones. Gracias a Hollywood, abundan los estereoti- pos de casinos y de los que los operan. Un agente especial del Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Las Vegas dijo una vez en una reunión de directores de cumplimiento de la industria del casino que “Hay quienes están fuera de Nevada, que piensan que todos los casinos son propiedad de Robert De Niro, y 1 que su programa de lucha de antilavado de dinero (ALD) está dirigido por Joe Pesci”. Este agente del IRS estaba reconociendo empáticamente los desafíos que enfrentan los casinos en la superación de vistas incubadas por la cultura pop. A pesar de que los casinos están muy regulados, con frecuencia audita- dos y cotizan en bolsa, la época pasada de figuras del delito organizado que subrepticia- mente gestionan ciertos casinos todavía persi- gue inmerecidamente a la industria. El establecimiento de una cultura de estricta adherencia a los procedimientos y el fomento de la integridad de los empleados es funda- mental para una operación de juego. En este sentido, los casinos y bancos comparten algo en común. Sin embargo, los casinos en muchas áreas no son como los bancos. Si bien los bancos están en el negocio de transferir y almacenar el dinero de usted, los casinos se encuentran, en gran parte, en el negocio de ganar y perder dinero. Aunque los casinos proporcionan servicios para facilitar el juego, tienen poco interés en las transacciones financieras que no aportan clientes a las mesas o máquinas tragamonedas. Un mantra común entre los cajeros del casino cuando los clientes solicitan una transacción financiera no relacionada con el juego es, “Lo siento, no somos su banco”. Incluso comparar los informes de transaccio- nes en efectivo (CTR) de los bancos y casinos es como comparar manzanas con naranjas. Si un banco presenta un CTR por $10.000, por lo general significa que el cliente entró con $10.000 en efectivo. Sin embargo, esto no es cierto para los casinos. Esto es debido a que la Red Contra los Delitos Financieros (FinCEN) requiere de los casinos que totalicen cada vez que un cliente deposita dinero en una mesa de blackjack o alimenta dinero en efectivo en una máquina tragamonedas. La diosa Fortuna a menudo lleva a los clientes a retirar su dinero, tomar un descanso y pasar a otra mesa o tragamonedas. A pesar de que es el mismo efectivo, las nuevas apuestas todavía están incluidas en el total de dinero del día. Es como que un cliente de un banco depositara $5.000, y de inmediato retirara todo para luego ir a otro cajero y repetir la operación. Hay una lógica a esta regla de la FinCEN, pero las agencias de control legal a menudo tienen que ser educadas sobre cómo interpretar los CTR de un casino. Una manera práctica de entender los progra- mas de ALD de los casinos es comprender pri- mero cómo se produce el lavado de dinero en un casino y después cómo se detecta la men- cionada actividad. El disfrute del dinero sucio La forma más común de lavado de dinero en un casino es simplemente el disfrute de las ganancias mal habidas. 1 Esta es la etapa final del ciclo de lavado de dinero (integra- ción). La mayoría de las veces, los clientes disfrutan del “dinero malo” jugando sin ocul- tar su identidad. En estas situaciones no hay diferencias apreciables entre los delincuen- tes que gastan dinero ilícito y un jugador que usa fondos legítimos. La única excepción podría ser un aumento significativo en el juego. Un aumento sustancial en las apues- tas mensuales promedio de un cliente podría indicar que alguien puede haberse enrique- cido por medio de una actividad delictiva. Sin embargo, no es infrecuente que los juga- dores legítimos tengan un pico en el juego. Esto sucede a menudo cuando un casino atrae a un cliente de la competencia. Una manera práctica de entender los progra­mas de ALD de los casinos es comprender pri­mero cómo se produce el lavado de dinero en un casino y después cómo se detecta la men­cionada actividad Para examinar a los delincuentes que disfru- tan de su dinero libre de impuestos, los casi- nos se basan en procedimientos de diligencia debida establecidos para identificar posibles casos de fondos ilícitos que entran en el casino. En marcado contraste con el pasado, la FinCEN ha aconsejado enérgicamente a los casinos que tienen la obligación de utilizar toda la información disponible para determi- nar el origen de los fondos de los clientes. Esto incluye lo que cualquier empleado del “National Money Laundering Risk Assessment,” United States Treasury, 2015, https://www.treasury.gov/resource-center/terrorist-illicit-finance/Documents/ National%20Money%20Laundering%20Risk%20Assessment%20%E2%80%93%2006-12-2015.pdf ACAMS TODAY | SEPTIEMBRE–NOVIEMBRE 2016 | ESPANOL.ACAMS.ORG | ACAMSTODAY.ORG 45