Spanish ACAMS Today (Junio-Agosto 2013) Vol. 12 No. 3 | Page 19

Desafíos antilavado E n las primeras horas de la mañana, en un tranquilo vecindario, unos fuertes golpes en la puerta principal despiertan al propietario de una casa. Cuando éste abre la puerta, se encuentra con un joven que está sangrando profusamente en su umbral. Se hace un llamado al 911 y se envían oficiales de policía. Una vez llegados al lugar, uno de ellos habla con la víctima, quien declara sobre un robo que sufrieron tres hombres que estaban adentro de la casa de enfrente. La investigación subsiguiente revela que los dos hombres asaltados habían sido torturados y asesinados. El joven ensangrentado era el tercero de ellos. Él también había sido torturado, y murió después de declarar que se trató de un robo de drogas que salió mal. Se describe que la escena es horrible. Esta triste historia ocurrió en el Condado de Fairfax, Virginia, y lamentablemente ocurren muchas historias similares en Estados Unidos y en todo el mundo. Lo que ven las entidades financieras es el principio de este drama. Un individuo entra en una entidad financiera o una empresa de servicios monetarios y gira dinero desde la costa este a la costa oeste. Ese mismo individuo va a dos o tres otras empresas y gira la misma cantidad a la misma cuenta bancaria. Otro individuo en la costa oeste extraerá los dineros enviados y, entonces, se enviará un cargamento de marihuana u otras drogas ilegales a la costa este por UPS, Fed-Ex, el Servicio Postal de los EE.UU, Mail Boxes, etc. o cualquier otro servicio de envío. Si el cargamento no es interceptado por las autoridades, el distribuidor de droga ya estará haciendo su negocio. Los individuos que lavan dinero a través de entidades financieras no suelen ser delincuentes violentos. Sin embargo, esos dineros cargan con crímenes violentos en su historia. Un juicio que está teniendo lugar ahora en Texas involucra a un cartel de drogas mexicano que lavaba ganancias hechas con los caballos. Esto es lo que ve el público y lo que ven las entidades financieras. Son los agentes de la ley quienes ven los homicidios sin sentido atribuidos a la venta ilegal de drogas en todo el mundo. Un caballero entra en un salón de masajes y paga cierta cantidad por un masaje, usando su tarjeta de crédito. Pocos minutos después, la tarjeta se usa para una segunda transacción. El importe es mucho más alto que el de la primera. ¿Esto le resulta sospechoso? Para las autoridades, esto se reconoce como posible prostitución. Lo que usted ve como entidad financiera es la utilización de la tarjeta de crédito para pagar servicios. Lo que las autoridades ven es una mujer, adulta o menor, víctima del negocio de esclavitud sexual. La primera lectura de la La mayoría de la gente siempre está feliz con su vida cuando nada interrumpa su rutina diaria tarjeta de crédito es para el supuesto masaje legítimo. Comúnmente, la segunda lectura es para servicios sexuales ilegales. Estos son los tipos de casos que a veces quedan sin detectar ni denunciar. Son los casos más grandes los que suelen denunciarse a la Red de Cumplimiento contra los Delitos Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés), a través de la presentación de Informes de Actividades Sospechosas (SAR, por sus siglas en inglés). Una persona entra en una entidad financiera para depositar cuatro mil dólares en su cuenta de ahorro. El cajero recibe el efectivo e inmediatamente detecta un fuerte olor a marihuana que emana de los billetes. El cajero conoce el olor de la marihuana por experiencia de vida. El cajero decide no denunciar la transacción como sospechosa por temor de las repercusiones de tener que responder preguntas sobre por qué conoce el olor de la marihuana. Esto ocurre más a menudo de lo que usted pueda pensar. Un individuo adquiere una tarjeta de efectivo prepaga y coloca dinero en ella. Ese individuo es un tra