Spanish ACAMS Today (Junio-Agosto 2012) Vol. 11. No. 3 | Page 51

CUMPLIMENTO tenencia de certificados de oro era poco usual después de la orden ejecutiva del Presidente. Lyle dijo: “Ya no se ven muchos de estos”. Y el cliente le contesto: “Ah, sí. Sí se ven. Todavía me quedan cien más en casa”. Lyle sospechó que el billete era falso y, por si acaso, apuntó el número de la matrícula del cliente. Finn recordó que Condon, la persona a quien Lindbergh encargó entregar el dinero del rescate, pensó que el secuestrador habló con acento alemán. Eso era una pista en la dirección correcta pero Finn necesitaba más. Finn inmediatamente rastreó la solicitud de la matrícula y comparó la letra escrita a mano con copias de las notas del rescate. La letra era casi igual que la del inmigrante alemán, un tal Bruno Richard Hauptmann. La residencia de Hauptmann fue puesta bajo vigilancia inmediatamente. A la mañana siguiente, Hauptmann fue arrestado por un equipo de agentes del orden público, entre los ellos la policía local, un agente del FBI y, por supuesto, Finn. El casero de Hauptmann mencionó que Hauptmann era carpintero, y que le pidió permiso para construir un garaje separado en su residencia tres años atrás. El registro del garaje de Hauptmann fue particularmente revelador ya que, escondidos en muchos lugares creativos por toda la estructura habían USD13,760 del dinero del rescate. David Wilentz, el Fiscal General de Nueva Jersey, se hizo responsable por el notorio enjuiciamiento de Hauptmann. Los fiscales tenían varias cosas a su favor: Hauptmann tenía una coartada débil para explicar dónde estaba la noche del secuestro; la letra de Hauptmann era “igual” que las de las notas del rescate; la madera de la escalera de mano improvisada que se encontró en la casa de Lindbergh era “la misma” que parte de la madera que Hauptmann usó para construir su garaje; El nombre de John Condon y su número de teléfono estaban escritos en la pared de un armario de su casa; y por supuesto la policía descubrió una considerable cantidad del dinero del rescate en su garaje. Aunque esto eran ciertamente pruebas fuertes, Wilentz estaba consciente de la debilidad potencial de este caso. Hauptmann contó una historia 2 algo plausible y consistente, y no había ningún testigo fiable que dijera haberle visto cerca del lugar del secuestro. Hauptmann dijo que él solo ‘apropió’ del dinero del rescate de su recientemente fallecido socio de negocios. Al igual que es necesario hoy en día con los crímenes notorios y los caso financieros complejos, también entonces era necesario que el fiscal siguiera el recorrido del dinero para demostrar el delito subyacente. Wilentz solicitó específicamente que expertos de investigación financiera del IRS formaran parte del equipo fiscal. Los agentes especiales del IRS exploraron a fondo y de buena gana esta tarea. Sin embargo, para lograr hacer su análisis para el fiscal, era necesario acelerar la cooperación de los banqueros. Los agentes tenían conocimiento del dinero del rescate encontrado en su garaje y descubrieron una inversión adicional en efectivo de USD5.500, pero ¿qué había pasado con el resto? Los banqueros produjeron pruebas de depósitos y transacciones del banco de Hauptmann y sus cuentas de corretaje por un total de USD29.766. Los registros financieros corroboraron el momento del secuestro con la fecha en que Hauptmann renunció a su trabajo, así como el momento en que su esposa renunció al suyo unos meses después. Los archivos de la investigación del IRS revelaron que Hauptmann gastó o invirtió USD49.986 más que sus ganancias o ahorros legítimos en un periodo de 28 meses desde el pago del rescate. El caso penal de Hauptmann comenzó el 3 de enero de 1935, menos de cuatro meses después de su arresto. Durante el juicio, el agente especial del IRS a cargo del caso describió las bases de la investigación que llevó a la captura de Hauptmann, la cual incluyó la lista de números de serie usados para el dinero del rescate. La corte escuchó el testimonio de otro agente especial del IRS quien describió cómo le había seguido la pista a casi todo el dinero del rescate con su análisis de depósitos, retiros y transferencias bancarias. La prueba final demostró inequívocamente que participó en el secuestro Lindb