ALD EN TODO EL MUNDO
El sector forestal, una industria en riesgo
Según la UNODC,1 Indonesia es el hogar de la
tercera selva tropical más grande del mundo
luego de Brasil y la República Democrática
del Congo. Los bosques indonesios representan alrededor del 10% de la superficie
forestal global. Como resultado de ello, Indonesia se ha convertido en uno de los mayores
proveedores de madera del mundo.
La creciente demanda en el mercado de
maderas, así también como la caída en la
provisión de otras fuentes y un inadecuado
control legal, han llevado a Indonesia a
convertirse en una importante fuente de
madera producida y exportada ilegalmente.
El Ministerio de Forestación de Indonesia
estima que Indonesia ha perdido entre 1,6 y
2,8 millones de hectáreas anualmente (lo que
equivale a entre 3 y 5 hectáreas por minuto)
por la tala ilegal y la conversión de las tierras
debido a una falta de administración y
control legal efectivos. Esto a su vez ha sido
un importante factor que contribuye a las
emisiones de gas invernadero que afectan el
cambio climático global.
Más allá del daño al medio ambiente, y como
lo informó la asociación Human Rights
Watch en un informe publicado a fines de
2009, se estima que el estado indonesio
pierde anualmente unos US$ 2.000 millones
en ingresos a manos de compañías que
evaden impuestos, reciben subsidios encubiertos, y realizan actividades de deforestación sin los permisos correspondientes.2
De acuerdo con un documento de trabajo
publicado por Transparency International
en 2011, los principales países exportadores
de madera, incluida Indonesia, tienen una
tasa de tala ilegal de al menos la mitad de
su producción maderera total. El informe
indica que la tala ilegal se deriva hacia
mercados consumidores que a menudo no
son verificados o identificados como países
e industrias importadoras de madera. Como
resultado de ello, se ha estimado que el 20%
de los productos cuya base es la madera que
ingresan a la Unión Europea, por ejemplo,
probablemente derivan de fuentes ilegales.3
Dado que una de las áreas más problemáticas de Indonesia en términos de actividad
criminal es el negocio maderero ilegal, por
ende es una de las áreas más importantes en
términos de prevención de lavado de dinero,
en particular porque los efectos negativos
no solo impactan sobre Indonesia misma,
sino porque tiene ramificaciones internacionales de largo alcance. En 2002 los actos
criminales en la actividad industrial fueron
incluidos entonces como delito subyacente
del lavado de dinero en la ley indonesia.
El riesgo del terrorismo
En 2005 el Consejo de Relaciones Exteriores4
publicó un informe en el que manifestaba su
preocupación por el terrorismo en Indonesia.
El artículo señala que, debido al hecho de
que es el país con mayor población musulmana del mundo, que tiene un enorme archipiélago con fronteras marítimas porosas,
un gobierno central débil, movimientos
separatistas, funcionarios corruptos, una
economía que lucha por mantenerse a flote, y
un sistema financiero regulado escasamente,
el país era un terreno fértil para los grupos
terroristas. El informe indicaba que funcionarios y expertos en terrorismo de los EE.UU.
estaban preocupados porque al-Qaeda usara
a Indonesia como base para su frente en el
sudeste asiático en su campaña contra los
“infieles,” los judíos y los Estados Unidos.
La amenaza terrorista en Indonesia ha, sin
embargo, disminuido significativamente
desde los atentados con bombas en Bali en
2002 cuando el gobierno indonesio comenzó
a tomar medidas enérgicas contra los militantes locales sospechados de tener vínculos
con al-Qaeda. Los esfuerzos exitosos contra
el terrorismo dieron como resultado la
captura y muerte de los líderes terroristas
provocando el debilitamiento de las células
terroristas en el país en los últimos años, en
particular del grupo Jemaah Islamiah afiliado
a al-Qaeda.
Según el artículo, publicado en la revista
Time Magazine en abril de 2011, el país,
sin embargo, nuevamente enfrenta otra ola
de ataques individuales de la jihad (‘jihad
fardiya’) perpetrados por islamistas. Algunos
analistas están preocupados por lo que
denominan como un patrón de “jihad por
sí mismo” ya que los ataques recientes con
bombas fueron dirigidos a individuos en
lugar de grandes grupos.5
Conclusión
Aunque Indonesia ha hecho grandes
progresos en términos de combate contra
el lavado de dinero y el terrorismo, continúa
rezagado y por lo tanto sigue bajo el escrutinio de cerca por parte del GAFI en términos
de la implementación de las 40 + 9 Recomendaciones del GAFI.
Una de las principales amenazas criminales
que enfrenta Indonesia es la tala ilegal.
Como se señala en el sitio www.illegallogging.info, la tala ilegal y el comercio
internacional de madera talada ilegalmente
no solo generan un daño ambiental, sino
que también les cuesta a los gobiernos de
países en desarrollo miles de millones de
dólares