#SoyUNEVErsitario Revista #SoyUNEVErsitario Número 16 | Page 20
En pocas palabras, si en nuestro país alguien se quiere dedicar a la ciencia, tiene en su contra a la burocracia, al tiempo y una
maltrecha economía personal. Desafortunadamente, lo anterior ha provocado que el científico sea visto como bicho raro y un parasito
social por los administradores públicos y no como un coadyuvante del desarrollo.
PEOR AUN
Ramón Mariaca Méndez menciona que
debe apreciarse como aumenta el
número de egresados desempleados que
tocan las puertas de los posgrados de
excelencia del CONACYT, buscando
sobrevivir un tiempo a costa de una beca
y no en pos de una formación como
científico. Otro aspecto es la gran brecha
generadora de conocimiento y tecnología
y los potenciales benefactores de esos
insumos. Desde hace dos sexenios, se ha
pretendido cerrar este hueco exigiendo al
investigador que genere productos
terminados y patentados para la industria,
olvidando casi totalmente al campo y a la
gente que vive de él. En contraposición,
los industriales nacionales prefieren
comprar patentes extranjeras o copiar
productos, en vez de fomentar el
progreso científico nacional.
Mientras tanto la perspectiva en Europa,
Asia y los Estados Unidos ha sido muy
diferente. En la actualidad, estos conti-
nentes, en particular el americano, han
sido promotores de la investigación con
inversiones hacia el sector de la educati-
vo, como universidades, instituciones, y
en la formación de recursos humanos; los
países asiáticos desde la posguerra han
apostado por la educación de sus
habitantes y consecuencia, las políticas
que poseen están encaminadas al
desarrollo tecnológico. Estos países
tienen un alto porcentaje de estudiantes
distribuidos en todo el mundo, para
complementar su formación académica y
científica, mientras que en nuestro país
solamente dos de cada100 estudiantes
logran esta meta. Es una situación muy
grave para nuestro desarrollo, y si nuestra
clase política no se preocupa por hacer
nuevas reformas que impulsen la
educación, cada vez nuestro país estará
lleno de ignorantes, de gente oportunista,
y con una economía frágil.
CONCLUSIONES
Hasta hoy nuestro panorama no es muy alentador, tenemos que forzar por mejorar nuestra educación, fomentar la lectura, difundir más
programas culturales y científicos para nuestros hijos, definir como gremio las prioridades de los diversos campos de la investigación y
el desarrollo de la ciencia y la tecnología con programas a mediano y largo plazo, a fin de evitar que sean los políticos quienes
determinen el qué, cómo, cuándo y para que de nuestro quehacer en la formación de recursos humanos.
Referencias:
•López C. 1997. Ciencia en los márgenes: una reconsideración de la asimetría centro-periferia. En Rutsch y col. Ciencia en los
márgenes. Ensayos de historia de las ciencias en México IIA-UNAM. México
•Mariaca R. (2007). El futuro de la investigación científica en México (versión electrónica). Recuperado el día 18 de Febrero del 2007 en
http://www.ecosur.mx
•Mena F. (2008). Sobre el estado actual y el futuro de la investigación científica básica (versión electrónica). Recuperado el día 28 de
Mayo del 2008 en http://www.cronica.com.mx
•Pérez R. 1994. Ciencia y cultura en México. En ciencia y tecnología en el umbral en el umbral del siglo XXI. CONACYT. México.
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Enero 2019