El corazón me latía a mil por hora . La proximidad entre mi buhardilla y el cementerio era tal que parecía que la carretera era solo una frágil línea divisoria que no me protegería de un posible ataque de ultratumba . Los siguientes días me sentí como en un extraño limbo . Mi migraña no se iba y a esta tenía que agregarle la presencia de esa mujer de negro que empezó a atormentar mi existencia . Constantemente estaba ahí , mirando la tumba . Mirando hacia mi casa ¿ hacia mí ? Eso me estremecía . Creí que enloquecería cuando empecé a verla en el trabajo . Iba vestida de negro , siempre cabizbaja y silenciosa , moviéndose furtivamente como si quisiera pasar desapercibida . Parecía mirarme de reojo . Solo a mí . Esa mujer me estaba siguiendo y no sabía la razón . Decidí investigar quién fue en vida . Seguramente alguna muerta de los alrededores cuya alma no había podido descansar en paz . Al indagar lo único que encontré fue un escueto anuncio casi escondido con imágenes que mostraban tan poco y cuyo título era : “ VÍCTIMA FATAL EN TRÁGICO ACCIDENTE DE AUTO ”
Nada específico sobre una mujer muerta . Tendría que hacer una investigación más profunda para conocer su historia y tal vez darle así un poco de paz . No me hacía daño pero era escalofriante que un fantasma me persiguiera porque terminaría por perder la cordura . Mi novia , pensé en llamarla y pedirle guía y consuelo pero al parecer estaba decidida a ignorarme . Su celular no respondía . Ya intentaría de nuevo , cuando estuviera de humor . Mi migraña , mi maldita migraña . La sensación de que todo daba vueltas y se difuminaba a mi alrededor se intensificó desde que ese fantasma apareció en mi vida . Esa noche al llegar a casa tuve un sobresalto . Descubrí a esa extraña mujer saliendo con rapidez del edificio . Cuando llegué al departamento , lo que le sigue del terror fue lo que sentí . Entró a mi casa . Revisó mis cosas . Abrí la ventana . Ella estaba frente a la tumba , viéndome fijamente como aguardándome . Los vellos se me erizaron . ¿ Acaso había muerto en el mismo lugar en el que ahora yo vivía ? El dueño no me comentó nada pero con el bajísimo precio al que me lo rentó no dudé ni por un segundo de que algo turbio hubiera sucedido ahí . Movió sus labios como intentando decirme algo y entonces , en contra de mi buen juicio , salí para dirigirme al cementerio . Bajé tan apresuradamente que poco faltó para que me atropellara un coche salido de la nada . Sus luces estroboscópicas me cegaron y mi migraña se intensificó . Apenas tuve tiempo de dar un salto para llegar a la banqueta . El muy cretino ni siquiera tocó el claxon o se paró para comprobar si estaba bien . Seguir su camino era más importante que perder el tiempo con un posible hombre herido . Seguí con mi empresa no sin antes gritarle unas cuantas imprecaciones que por supuesto no escuchó . Crucé la entrada del cementerio . En automático mi miedo regresó . Un panteón de día es triste pero de noche es aterrador . Los ruidos del silencio , la soledad de la tumba y el frío casi sobrenatural , llegaron no solo hasta mis huesos si no más allá . Subí la cuesta hasta encontrar la tumba tan visitada por esa extraña mujer de negro . Escuché el crujir de ramas y paré en seco . Pensé que de un momento a otro un muerto saldría de la tumba y me arrastraría con él al más allá por perturbar su descanso eterno pero descubrí que solo eran mis nervios destrozados que me jugaban una mala pasada . Mi corazón ya no podía más . Con mis acciones imprudentes estaba invitando a lo desconocido a poseer mi alma . ¿ Qué estoy haciendo aquí ? Me pregunté pero la curiosidad es mortal . Es la única capaz de ponernos en situaciones límite con tal de verse satisfecha . Luego de ascender hasta la cima del montículo llegué a la tumba en cuestión .
La mujer ya no estaba . A menos que se evaporara como el ser etéreo que creía firmemente que era no había otra forma de que saliera del lugar porque la única entrada es la que yo utilicé y no la vi descender . Atrás del cementerio hay un río y después de este una vasta zona arbolada en la que ningún humano se atrevería entrar , eso sin contar el cruce del río . Poco quedaba después de descartar esa posibilidad de huida . Miré la tumba . Era reciente . Una rama espesa cubría la lápida . Iba a quitarla cuando algo me alertó que alzara la vista en dirección a mi departamento . Me horroricé . Ella estaba en la ventana , mirándome fijamente . Sin el velo . La reconocí . Debido al susto solté la rama y caí de espaldas . Ella lloraba . Estaba petrificado . No quería hacer frente a su fantasma y la realidad que este representaba pero tenía que hacerlo . Comenzó a hacerme señas , entendí que no había intentado entablar contacto directo conmigo porque tal vez no había un lenguaje común entre los vivos y los muertos . Cuando me tranquilicé comprendí que quería que viera la tumba . Ella … Mi querida novia quería despedirse de mí … Quité la rama . Entonces lo recordé todo . Esa noche . La lluvia . Las luces . Mi migraña no era una migraña si no un golpe letal en mi cabeza . Los días que siguieron al accidente estuvieron solo en mi imaginación como el sueño de un futuro que jamás sería . En esa lápida había un nombre y no era el de ella …
ENRIQUE R . 1982-2017 Y entonces comprendí que el muerto era yo .
17 Abril 2021