Soy 18 11
¿Cuáles fueron las mayores dificultades para crear la escuela?
Lo que puedo decir es que como no era un proyecto que habíamos pensado mucho, no hubieron muchas dificultades en este sentido. Pero la parte legal y contable ha sido nuestro mayor aprendizaje en el proceso, porque no sabíamos nada, todo era leer, preguntar, y tener malas caras en el servicio de impuestos internos, pero finalmente igual lo hicimos.
¿Cuáles fueron las bendiciones que viste en el camino?
Creo que fue el hecho que nos dieran el dinero sin interés para iniciar, estas mismas personas fueron nuestros avales, creyeron en nuestro proyecto, y creyeron que fue de Dios.
Y también, cuando arrendamos, nos pedían papeles, cheques, sueldos que no teníamos y cuando hablamos con el dueño, oramos, y le dijimos que no teníamos nada, pero le dijimos: “Somos cristianos y te vamos a cumplir”. Y por tres años así fue y nunca fallamos.
¿Crees que es más difícil ser emprendedora cristiana que no cristiana?
No he sido emprendedora no cristiana así que no podría comparar pero creo que cualquier emprendimiento es tremendamente difícil. Creo que hay que ser muy valiente, perseverante, y ser
moldeable, para poder subsistir.
Creo que por el lado cristiano, la ventaja que tenemos es que si el Señor está en el proceso, se encarga de acompañarnos en el aprendizaje y no nos deja faltar.
¿Cuáles son sus actuales y próximos proyectos para la escuela?
Este año, de forma personal, estoy preparando a dos profesoras para formar un buen equipo con niños pre-escolares; durante este año me preparé en esto, en jardines, en la escuela, en after school, etc., con los pre-escolares y creo que una parte de los proyectos de este año en la escuela es esto: hacer de la música un aprendizaje esencial de la primera infancia.
Y otro es que no cambiamos a un lugar que es el doble en tamaño del lugar antiguo, debemos saber pagarlo, y aprender a tener un sueldo estable y debemos lograrlo para cumplir otros sueños que tenemos que tiene mucho que ver con nuestro ministerio.