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Racó literari Mi mejor verano
año más pequeño que yo, como Víctor. Empezamos a jugar y se ve con diferencia que Nacho es el mejor. Se pone a hablar conmigo y me comenta que es campeón de Cataluña en la modalidad junior de ping-pong, así que me ayuda con la técnica mientras la monitora ayuda a las demás chicas, los chicos ya lo controlan.
Ya es hora de comer y nos dirigimos todos al comedor. Cogemos las bandejas y la cocinera nos sirve un plato de cada comida: un cucharón de lentejas, una hamburguesa y una mandarina para el postre. Nos sentamos los dos grupos juntos en una larga mesa de doce personas. En uno de los extremos se pone Esteban, el otro queda libre ya que somos impares. En mi lado de la mesa se sienta María, al lado de la silla vacía. Y yo, entre Noa y Nacho. En los cinco asientos que quedan se ponen Arola y su hermana, Víctor, y enfrente de mí, Carla. Ella, Nacho y Noa, los que están más cerca de mí en la mesa, no paramos de hablar de lo bien que nos lo hemos pasado y de lo que nos gustaría hacer los próximos días.
Ya son las cuatro de la tarde y hemos terminado de comer, así que vamos a la sala de ping-pong que, por lo que nos dicen los otros chicos, es como la sala de reunión para las tardes. También podemos ir en bici, hacer otras actividades o estar haciendo el vago en los sofás de la sala. Esa es la afición favorita para pasar las tardes de los chicos de aquí. Nos dirigimos hacia allí para disfrutar del wifi de la sala; entonces, Nacho saca su teléfono y empieza a jugar a un juego online. Nos sentamos juntos en los sofás y, mientras hablo con Carla, sobre nuestras aficiones, le voy echando un ojo al juego de Nacho y finalmente me decido a preguntarle cómo funciona. Así que saco mi teléfono, me instalo la app y durante la próxima media hora, Nacho me da una clase magistral sobre cómo usarlo.
Son las cinco menos cinco y están por empezar las actividades de tarde así que alguien tiene que ir a la cabaña 0, la cabaña central, la cual está repleta de horarios de todas las actividades y el material para hacerlas. Estoy a punto de salir por la puerta hacia la el centro del campamento.
- Ya voy yo contigo.- dice Nacho.