Racó literari
CALLEJÓN SIN SALIDA
Tenemos delante a la persona que cometió el crimen. Le tiemblan las
piernas, y se está mordiendo las uñas.
Jamás pensé que pudiese haberlo hecho, pero hasta que no hemos
hablado con Iván no he podido encajar todas las piezas del puzle.
Sara me mira, boquiabierta, sorprendida de que yo haya resuelto el caso
antes que ella. Le he explicado mi suposición y ha opinado que es una
hipótesis brillante. Ahora todo tiene sentido.
-Queremos que nos expliques realmente lo que pasó-le ordeno.
Suspira. Noto el miedo en sus ojos; sabe que lo sabemos todo.
-Ya os lo conté todo. No os he mentido-responde con inseguridad.
-¿Seguro que nos estás diciendo la verdad?-pregunto.-Porque resulta
que no te creemos.
Clara se acomoda en la silla.
-¿Sabes? La primera vez que te vi me sorprendió que fueses tan
arreglada y, sin embargo, muy poco maquillada. Pensé: “¡Qué mujer más
natural!”, pero hasta que no le di otro sentido a las pistas no entendí
nada-le muestro en una bolsa de plástico el tubo cilíndrico que
encontramos bajo el contenedor y, junto a él, un pintalabios color cereza
sin tapa.-¿Te suena esto de algo?
-No podéis demostrar que es mío-afirma, insegura de sí misma.