Racó literari
CALLEJÓN SIN SALIDA
Nos muestra un trozo de plástico. Es cilíndrico y hueco por dentro.
-¿Qué es?-pregunta Sara.
-No tengo ni idea. Pero no está manchado, ni sucio. Esto lleva aquí muy
poco tiempo, máximo un par de días-responde Juan.
-Guardadlo. Puede que sea una pista-ordena mi compañera.
Dispuestos a volver a comisaría, nos dirigimos hacia los coches. Pero…
veo algo.
-Un momento-digo. -Ahora vuelvo.
Dando grandes zancadas, voy hacia mi objetivo: un indigente.
-¡Disculpa! ¡Disculpa!
El hombre se da la vuelta y me ve. Lleva los labios de un color rojizo,
como si se hubiese dado un golpe o hubiese pasado mucho frío.
-Disculpa, ¿vives por aquí? -le pregunto, deseando que la respuesta sea
afirmativa.
-Sí.
Le sonrío y saco la fotografía de Alicia.
-¿Has visto alguna vez a esta mujer?
-Sí.
-¿Cuándo?
-El domingo por la noche-responde. -¿He hecho algo malo?