Racó literari
CALLEJÓN SIN SALIDA
-No, para nada. Al contrario. Creo que vas a serme muy útil-le digo,
sonriéndole de nuevo.
Pasados unos minutos vuelvo con mis tres compañeros, acompañado del
vagabundo.
-¿Por qué has tardado tanto?-me pregunta Sara, frunciendo el ceño.-¿Y
quién es este hombre?
-Chicos, os presento a Gastón, nuestro testigo número uno.
Sara, Raúl y Juan se miran y sonríen.
-Gastón, explícales lo que me has contado a mí.
-Pues… a las doce y cuarto de la noche de ayer vi a la mujer de la
fotografía. Iba sola, con prisas, cuando de pronto un hombre la
sobresaltó. Intentó robarle el bolso, y tras un par de intentos fallidos, se
fue.
-¿Qué hizo la mujer en ese momento?-pregunta Sara, quien pone toda su
atención en las palabras del hombre sin techo.
-Pues… ah, sí. Se quedó paralizada asimilando lo que acababa de pasar y,
de nuevo, se puso a andar rápidamente.
-¿Pudo ver hacia dónde iba?-pregunta Juan.