Racó literari
CALLEJÓN SIN SALIDA
El vagabundo se da la vuelta y señala una pequeña taberna al otro lado
de la calle.
-Parece que nuestra visita al callejón no va a ser en vano-digo, dibujando
una sonrisa decidida en el rostro.
Es pequeño. En un lateral se encuentra la barra, donde un par de
camareros se dedican a limpiar y secar algunos vasos de cristal recién
utilizados. No hay ningún cliente. Eso facilitará la interrogación.
-¿Qué desean tomar los señores y la señora?-pregunta uno de los
hombres.
-Estamos investigando un homicidio-dice mi compañera, mostrándoles la
placa a los dos.
-¿Estabais vosotros aquí la madrugada del lunes?-pregunto.
-No. Los fines de semana trabaja nuestro compañero; se llama Alejandro
Rubio-nos explica uno de los camareros, que es regordete y posee una
barba pelirroja.
-¿Sabéis dónde podemos encontrarlo?-pregunto de nuevo, observando
como pasan el mismo trapo seco por cada vaso. Me entran náuseas. ¿Es
así como limpian la vajilla en todos los restaurantes?